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El porno machista en internet: la necesidad de ver más y mejor pornografía

Mensajes abiertamente misóginos en la publicidad de las principales páginas de descargas nos indican que mantener la pornografía en la cara oculta de internet es un problema de primer orden.

Se da una paradoja con el consumo de pornografía en la red, y es que por un lado es el imperio más grande de internet, y por otro lado uno de los menos visibles. El hecho es que para publicitar páginas pornográficas los cauces necesitan ser diferentes a los de cualquier otro producto o servicio, ya que son contenidos que difícilmente encuentran lugar en los banners o espacios publicitarios de páginas de actualidad, diarios, vídeos, o cualquier sitio que visita con asiduidad el internauta medio. De esta forma, el ingenio se debe apoderar de los portales de pornografía más punteros, y frecuentemente son especialmente innovadores en la publicidad hacen en la red. Por ejemplo, YouPorn decidió apostar por el patrocinio de equipos de deportes electrónicos (eSports), a fin de lograr colocar su marca en convenciones y retransmisiones para llegar a un público joven, donde encuentra uno de sus grandes núcleos de interés. La sonoridad que alcanzó este movimiento también concluyó con la expulsión del equipo de los principales ciclos competitivos, porque muy poca gente se quiere asociar al mundo de la pornografía.

El equipo de eSports de YouPorn
"El equipo de eSports de YouPorn"

Otro ejemplo reciente es el de Porhub y su nuevo portal de educación sexual. Así, Porhub logró colarse en la portada de The Guardian o New York Magazine. Saltando entre casos recientes, la semana pasada a YouPorn le faltó tiempo para lanzar un comunicado afirmando que con el lanzamiento de Nintendo Switch, la nueva consola de Nintendo, su tráfico cayó en picado durante el fin de semana. De nuevo, una curiosidad lo suficientemente insulsa, y lo suficientemente morbosa, para que los medios especializados y generalistas se hicieran eco, y, de nuevo, eco para YouPorn. Pero esto, en realidad, no es, ni mucho menos, lo más frecuente en cuanto a publicidad de portales de pornografía. Lo más frecuente es, en realidad, lo más burdo.

La idea de este artículo surge con la intención de poner el acento sobre lo problemático y lo misógino de la publicidad pornográfica habitual. Lo medios convencionales, como decíamos, escapan de la posibilidad de publicitar portales de contenido sexual, por lo que las páginas eróticas recurren a las "cunetas" de internet: webs de descargas de películas y series, y servidores de vídeo de dudosa legalidad. Ahí la moral entra en suspensión, y los banners de encuentros sexuales y consumo de pornografía entran a por todas. Atrás queda el ingenio de YouPorn patrocinando equipos de eSports, y aquí arranca el gif animado de la felación.

En realidad, no tengo ánimo alguno de ser moralista o mojigato, al contrario; ojalá la pornografía fuese normalizada, diversa, respetuosa y visible. O, al revés, ojalá fuese un mundo más visible, justo para que estuviese más normalizada, para que fuese más diversa, y para que se tratase de una producción más respetuosa. Pero el hecho es que simplemente ojeando la publicidad de portales como StreamCloud o Now Video se accede a una circularidad, en la que desconozco si la pornografía abiertamente machista responde a la exigencia de un consumidor fundamentalmente machista, o si es que el consumidor es fundamentalmente machista por lo que busca propositivamente ese tipo de contenidos. Sea como sea, es necesario romper ese círculo vicioso, porque, como afirma Elisa Beni, lo adolescentes -y también los adultos- crean en buena medida su actitud sobre el comportamiento sexual a través del consumo de pornografía, por lo que el tipo de producción es susceptible de tener impacto directo sobre la vida en pareja.

Ejemplos machistas

Un ejemplo de StreamCloud en mi primera carga de un link cualquiera. En el banner lateral lo que asalta es un gif de una mujer rodeada de varios penes; pero lo verdaderamente alarmante es lo que se puede leer en la publicidad del lado izquierdo. Desfila un carrusel de mujeres con los pechos al descubierto junto a los que se puede leer: "¡Fóllate a una tía de tu barrio esta noche! Tenemos a muchas chicas. Los hombres pueden darse de alta gratis sólo hoy". En primer lugar, alude directamente a la fantasía de acceder a un encuentro sexual fortuito a disposición, lo que no sería descabellado relacionar con el rastro de una cultura de la violación; en segundo lugar, resulta demoledor es el uso del verbo "tener", en alusión directa a la posesión sobre una mujer. El mensaje último de esta invitación es: gratis puedes tener a una mujer a disposición cuando quieras. Igual que en una guerra la primera tarea para que los soldados decidan pegar tiros a los hombres y mujeres que tienen en frente es despersonalizar a los enemigos, justamente tratar de que dejen de ser vistos como personas, convertir a la mujer en una mercancía con capacidad de ser poseída, es el antecedente necesario de cualquier violación.

La necesidad de hablar abiertamente de la pornografía
"La necesidad de hablar abiertamente de la pornografía"

Una recarga de página para actualizar la publicidad, y más mensajes en la misma línea. "Te follarías a una madurita que vive cerca tuyo". Una y otra vez la publicidad de estos portales juega con la fantasía de acceder a una relación sexual real. Siempre con mujeres. Siempre disponibles. Además, tras recargar la página en veinte ocasiones exactas, después de ver que ofrecían "sexo por WhatsApp", "en mi zona", "gratis", "sin mentiras" y recordarme que "si no follo es porque no quiero", también me he percatado que en el 100% de los anuncios el reclamo eran siempre mujeres y siempre caucásicas.

Tras mi paseo por la publicidad de StreamCloud di el salto a otro clásico de los servidores, como All My Videos o Now Video, con resultados similares. En el fondo, uno de los elementos problemáticos de la pornografía, como comenta Amarna Miller, es que muchas personas no logran establecer la línea entre la ficción y la realidad. La publicidad de estos portales persigue exactamente ese fin en todas y cada una de las ocasiones.

A esto hay que sumar el hecho de que el acceso a estas páginas de descarga con este tipo de publicidad es global, en la medida en la que no existe un perfil especialmente definido de persona que piratea contenido audiovisual. Es algo tan generalizado, que toda edad y condición es objetivo en este caso. Lo que acentúa la gravedad y magnitud de esta situación.

Otra pornografía es posible y necesaria

Hace no mucho publicamos en Los Replicantes un artículo sobre pornografía feminista, con Erika Lust como productora de porno feminista destacada en nuestro país. Por otra parte, nuestra estrella del porno más internacional, Amarna Miller, también se ha convertido en una representante de esta manera de comprender la pornografía. Una manera natural de filmar porno, en el que las relaciones sexuales se planifican sin comunicar sometimientos de ninguna de las partes al espectador.

Negar y ocultar la pornografía es tumorizante a nivel social, pero transformar la pornografía es una responsabilidad necesaria. Es más, lo realmente saludable es que, como sociedad, consumamos más pornografía y de manera más visible, justo para convertir este tema de conversación en un debate necesario y sacarlo del inaccesible rango del tabú. Mientras se mantiene el porno oculto pero masivo, acentuando un contenido abiertamente misógino, se está, por un lado, acrecentando el estigma del porno como algo de lo que no es decoroso charlar. Al mismo tiempo se obvia el hecho de que todo el mundo lo consume, generando, a su vez, actitudes misóginas en personas de todo tipo.

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