En pleno parque nacional de los Picos de Europa, un núcleo urbano de unas diez edificaciones se sostienen orientadas hacia unas vistas privilegiadas. En el pasado tuvo hasta un monasterio en honor al apóstol Santiago. Su nombre es Porcieda.
El paraje es idílico. Montañas y prado invaden el poco territorio que ocupan los límites del pueblo cántabro. Lo mejor de todo es que en el pueblo no hay problemas de espacio: lleva deshabitado más de dos décadas y, además, está en venta.
Hoy en día Poceida es un pueblo fantasma. Poco queda de lo que fue (el grupo de casas que continúan en pie son más bien restos de construcciones muy antiguas), pero podría tener un futuro. Y es que, la inmobiliaria Mikeli ha puesto en venta el poblado a un precio de 1,5 millones de euros que son negociables si al comprador le parece excesivo.
Lo que queda del pueblo, ubicado a unos 95 kilómetros de Santander, no va más allá de las mencionadas casas en ruinas, una plaza, una fuente y una ermita barroca restaurada de dimensiones pequeñas. El pequeño asentamiento pertenece a la localidad de Tudes, dentro del municipio de Vega de Liébana. El acceso a él se realiza a través del arroyo de Quemadinas y también está atravesado por el Camino de Santiago del Norte.
En pie desde el año 961
El Mundo recoge que las primeras referencias documentadas del pueblo están fechadas en el año 961. Las primeras alusiones al monasterio llegan desde el siglo XV, pero su origen podría ser anterior.
Durante la Guerra Civil el pueblo pudo funcionar como refugio para los combatientes que luchaban contra el gobierno franquista. De hecho, una de las propuestas de la inmobiliaria que lo vende es llevar a cabo un proyecto que rehabilite Porcieda para convertirla en un pueblo temático en homenaje a estos hombres de guerra.
Leyenda paranormal
De la misma manera que otros pueblos abandonados como Ochate (Castilla y León) y Belchite (Zaragoza) son conocidos por truculentas leyendas, en Porcieda también ronda alguna que otra historia de actividad paranormal.
El pueblo no se deshabitó por abandono o por muerte natural: el último de sus habitantes se suicidó. Es más, durante los años 60 para los amantes de lo paranormal Porcieda era un lugar muy popular. Y es que por aquel entonces varias personas aseguraban el avistamiento de un objeto extraterrestre volando en su cielo.