Nos gusta el sexo, lo practicamos continuamente y la sociedad habla de ello sin ningún tapujo, pero, ¿alguna vez has visto porno? Una pregunta sencilla que muchos remilgados y remilgadas no se atreverán a contestar ya que ver porno "está mal visto". Y aunque lo niegues sabemos que es mentira, TODOS hemos visto porno en algún momento de nuestra vida. ¿Por qué lo hacemos? Aquí mis razones.
1 Curiosidad
¿Hay algo malo en ser curioso? La televisión, el cine y la mayoría de artes culturales viven de ello, solo hay que observar cualquier reality show o serie que con sus guiones y sus tramas basan su estructura en lo fundamental que resulta levantar la curiosidad del público y se anime a verlo. Lo mismo pasa con el porno, no hay nada que nos atraiga más que dos cuerpos desnudos realizando el acto sexual, y sino, ¿por qué las escenas de sexo de las películas nos gustan tanto?
2 Excitación
Razón principal y más obvia para ver porno: la excitación. La estimulación visual es un poderoso aliado a la hora de lograr una mayor excitación, no hace falta que tengamos fantasías sexuales ni sueños eróticos porque las películas porno nos dan eso y mucho más. Lo cierto es que la masturbación será mucho más placentera cuando podemos disfrutar de la máxima excitación y si no tienes a nadie a tu lado para ayudarte, el porno es un excelente aliado.
3 Fantasías
¿Quién no ha fantaseado alguna vez con tener una historia imposible con la persona más inadecuada del mundo? ¿Enrollarte con el novio de tu hija? ¿Hacerlo con la madre de tu mejor amigo? ¿Tirarte a los brazos del fontanero que viene a arreglar una tubería del lavabo? ¿Desnudar a alguien en el ascensor? ¿Toquetear a tu monitor de gimnasio? ¿Coquetear con la profesora particular de tu hijo? Hay mil y una fantasías, situaciones que rara vez se cumplen y el porno ha convertido en una de sus bases fundamentales para verlo.
4 Aprendizaje
Efectivamente no nos sabemos el kamasutra de memoria (aunque intentemos tachar todas las posturas posibles), por lo que no es algo ilógico pensar en el porno como una herramienta de aprendizaje. Quizás no es la más educativa de todas, pero es ideal si quieres hacerte con nuevas ideas para practicar o tomar constancia de nuevas posiciones sexuales y salir de la monotonía. El saber no ocupa lugar, ¿verdad?
5 Complacer
Puede parecer una tontería que el sexo sirve para complacer pero es muy cierto. Ver la pornografía que le gusta a tu pareja puede permitirte conocerle de una manera que antes no tenías constancia. Una postura diferente, un lugar perfecto para poneros a tono, un mordisco en un sitio concreto y ya lo tenéis hecho. Es una forma ideal de saber sus preferencias sexuales y eróticas y demostrar que estás dispuesto a todo por complacerla en la cama.
6 Comparación
Paseamos por la calle y vemos el cartel de una mujer estupenda anunciando una colonia muy ligerita de ropa o de un hombre sin camiseta marcando abdominales en un cartel para vender coches. Es nuestro día a día y las comparaciones con ellos son inevitables, odiosas pero inevitables. Sabes que no eres como él ni que tú pareja es como ella y te da igual porque son solo objetos de deseo, nada más. Una película porno es exactamente lo mismo, quizás no tengas el pene de los actores ni las enormes tetas de las chicas, pero, ¿qué más da? Mira, compara y quédate con quien se preocupa por ti y merece la pena.
7 Complemento
El porno debe usarse siempre como complemento y nunca como sustitutivo. La mayoría de personas que ven porno nunca lo han reemplazado por tener sexo con su pareja, ni creo que lo hagan nunca, solo es una forma de diversión y distracción muy estimulante. De hecho, 'Cincuenta Sombras de Grey' es un escapismo sexual femenino y seguro que ninguna de esas mujeres ha dejado de tener ganas de estar con su chico, ¿verdad? Pues esto es lo mismo.