La mayoría de supermercados establecen diversas estrategias con el objetivo de atraer la atención de los clientes y buscar que, durante su estancia, gasten el máximo posible. Esto se traduce en buscar alargar las visitas el máximo posible y comprar más, pero también hay otras estrategias.
La colocación de los productos en el espacio de la tienda también tiene un objetivo. Por ejemplo, el hecho de que las frutas y verduras se encuentren en la entrada responde a una razón. Los supermercados suelen jugar con los productos y los cambian constantemente buscando que los clientes caminen por el establecimiento y compren más, pero las frutas y verduras no suelen modificarse y permanecen siempre igual.
En realidad, colocar los alimentos en esta ubicación está relacionado con la sensación de frescura que ofrece su ubicación, al menos a ojos de los expertos, que consideran que llama más la atención al tener un aspecto más fresco.
Se trata de una sensación de frescura que genera en el cliente una confianza que hace que se decida a comprar más cosas, ya que da por hecho que todos los demás productos del supermercado tendrán la misma calidad que las frutas y verduras que ha visto nada más entrar en la tienda.
Un mayor gasto
Además, la colocación de las frutas y verduras en la puerta de los supermercados también responde a una estrategia para hacer gastar más, ya que no es habitual que quien va a comprar más solo vaya a por estos dos grupos de alimentos. Tenerlos al principio obliga a atravesarlos para ir a otras zonas a por otros alimentos, por lo que de camino, se puede atravesar una larga lista de productos que finalmente se puede acabar comprando.
