Con la llegada del mes de junio, gran parte del mundo se llena de fiestas reivindicativas, marchas festivas y una comunidad que clama por sus derechos: se trata del denominado como el Mes del Orgullo LGTBI, que tiene su culminación el 28 de junio, Día del Orgullo.
Pero, ¿por qué hay tantas celebraciones a lo largo de todo el mundo durante este mes? ¿Por qué se reivindican los derechos del colectivo LGTBI precisamente en este mes y alrededor del día 28, cuando podría realizarse en cualquier otra jornada?
Pues no. Tiene un sentido muy específico. Para ser conscientes del origen de estas reivindicaciones, tenemos que retroceder en el tiempo hasta la década de 1950 y 1960, momento en el que Estados Unidos empezaba a vivir una ola de libertad y, junto a ella, un movimiento en contra que intentaba reprimirlo.
En esa ola de libertad destacaban movimientos como los hippie, que luchaban por los derechos de la comunidad negra y homosexual, hasta los grupos que clamaban en contra de la guerra de Vietnam. Sin duda, la sociedad del país norteamericano era un hervidero.
En El Barrio de Greenwich Village, en Manhattan, todos destacaban el ambiente bohemio que se respiraban por sus calles, con sus bares de ambiente gay, Dragqueens o travestis. Uno de los bares más conocidos era el StoneWall Inn, construido con una inversión de 3.500 dólares.
La noche del 28 de junio de 1969, comenzaron los disturbios en el interior del bar entre la policía y la comunidad homosexual que se prolongaron durante tres días.
El acoso de la policía y la primera marcha del Orgullo tal y como la conocemos
El bar era continuamente objeto de redadas por parte de la policía porque era frecuentado por la comunidad homosexual. De hecho, los agentes visitaban el local y recibían sobre como 'recompensa' por dejar funcionar y permitir que siguieran hacia adelante.
El 28 de junio de 1969 todo cambió. Alrededor de la 01:20, el inspector Seymour Pine del Departamento de Policía de Nueva York ordenó arrestar a varios agentes dentro del local. Sin embargo, los coches que debían trasladar a esos presos tardaron en llegar al local, lo que motivó que las personas que se encontraban en su interior organizaran un motin.
Los clientes, tanto dentro como fuera, empezaron a aumentar, de manera que los arrestados pudieron liberarse. Una de las personas que destacó en la revuelta fue Strormé DeLarverie, una mujer que se enfrentó a los policías diciéndoles: "¿Por qué no hacéis algo?", preguntando a los asistentes.
Cuando la introdujeron finalmente en la parte trasera del vehículo, la rebelión siguió. Los agentes derribaron a varias personas, pero ello no ayudó a apaciguar. Finalmente, tuvo que intervenir la Unidad Táctica de Intervención de la Policía para liberar a los agentes que estaban dentro del bar retenidos por los manifestantes.
La revuelta permitió un avance en los derechos del colectivo de manera determinante. Se pasó de pedir mayor aceptación a igualdad social y derechos. También se organizaron agrupaciones como el Frente de Liberación Gay de Sylvia Rivera o la Acción Revolucionaria de las Travestis Callejeras, de Marsha P Johnson, para luchar contra la discriminación.
Un año después, se organizó una marcha a la que acudieron entre 5.000 y 10.000 personas. Desde entonces, la mayoría de marchas del Orgullo LGTBI; como las que se organizan por todo el mundo, se realizan por estas fechas.
¿Qué sucedió con el bar original?
El bar original no se conserva tal y como era. Fue dividido en dos partes y ha ocupado varios negocios diferentes. Los administradores abrieron otro en el número 211 de 22nd Street de Miami Beach, pero se incendió dos años después.
Desde 1990, se reabrió en el local de 53 de Christopher Street con un nuevo dueño. El local ha sido renovado y es todo un símbolo para el colectivo. Allí hay espectáculos, se pueden celebrar bodas e incluso recaudaciones de fondos.