El Ministerio de Sanidad ha planteado la necesidad de incluir en el historial clínico de los pacientes determinadas cuestiones que no se circunscriben exclusivamente al ámbito médico, como la orientación sexual o la renta.
Son algunas de las circunstancias que la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó en 2021 en el concepto de "determinantes sociales de la salud" en su 'Glosario de promoción de la salud'.
Se trata de un término que hace referencia a las condiciones sociales, culturales, políticas, económicas y ambientales en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan o envejecen y sus posibilidades personales de acceso al poder, la toma de decisiones, recursos y capacidad de mejora en las condiciones, incluyendo el sistema de salud.
El Ministerio de Sanidad también los ha contemplado en el informe 'Condicionantes sociales y del contexto familiar que sería recomendable incluir en la Historia de Salud Digital'.
El informe explica que "los condicionantes sociales de la persona y de su contexto familiar facilita este abordaje, de manera que los equipos profesionales puedan conocer y tener en cuenta las condiciones de vida de la persona a la hora de hacer un diagnóstico, una recomendación, un seguimiento o una propuesta de manejo, de cuidados o de acción comunitaria, que deberán ser consensuados, haciendo partícipes a las personas en la toma de decisiones sobre su propia salud".
Cabe destacar que la salud de los pacientes responde a un enfoque multifactorial y se ve fuertemente condicionada por las circunstancias en las que las personas viven, conviven y trabajan; así como por el contexto socioeconómico, político y ambiental.
El abordaje de los pacientes en el ámbito sanitario se realizaría, por tanto, desde un enfoque biopsicosocial, familiar y comunitario; que facilite conocer qué ocurre en los pacientes, condicionantes sociales y de contexto familiar y, de este modo, abordar la situación con un mejor resultado.
Tratamientos
La inclusión de estos datos tiene como objetivo un enfoque más completo de los pacientes. El estudio indica que no poder registrar en el historial las condiciones sociales y contexto familiar de los pacientes puede derivar en varios inconvenientes:
- Dificulta consultar los condicionantes sociales en tiempo real e integrarlos en la atención holística de las personas.
- Dificulta la evaluación de los resultados en salud en función de variables sociales, lo cual sigue invisibilizando su importancia y dificulta detectar grupos de personas en situación de vulnerabilidad, así como orientar las políticas de salud según las necesidades y las demandas de la población.
- Dificulta realizar un adecuado y más efectivo abordaje biopsicosocial, familiar y comunitario de las personas y las poblaciones.
En el informe también se detallan los puntos que se consideran relevantes para incluir en la historia clínica de los pacientes:
- Edad: calcular la edad de manera automatizada a partir de la fecha de nacimiento.
- Sexo con las categorías: mujer, hombre e intersexual o indeterminado.
- Identidad de género.
- Migración y origen.
- Territorio: domicilio, índice de privación según sección censal y zona rural o urbana.
- Grados de discapacidad y dependencia.
Además de estos datos, también se propone reflejar la situación económica social de los pacientes, con varios tramos de renta, en los que "sería recomendable recoger tramos del nivel de renta sencillos pero lo suficientemente exhaustivos para discriminar clase social". También se recogería la situación laboral, el nivel educativo, la ocupación laboral, un cribado de pobreza y los códigos Z.
El estudio también sugiere dedicar un punto a la orientación sexual "basada en la guía de la Comisión Europea de 2023 sobre la recopilación y el uso de datos para la igualdad LGTBIQ".