El presidente ruso, Vladímir Putin, arranca este martes, 18 de junio, su primer viaje oficial a Corea del Norte en 24 años. Se trata de una visita de dos días que continuará mañana, 19 de junio, en la que estrechará lazos con el mandatario norcoreano, Kim Jong-un.
"Esta será la segunda visita del jefe de Estado ruso a Pyongyang en toda la historia de las relaciones entre nuestros países", ha destacado el asesor del presidente ruso, Yuri Ushakov, en declaraciones a la agencia TASS.
Efectivamente, la visita de un presidente ruso en el territorio del país no se había repetido desde 2000, aunque ambos países habían mantenido lazos durante todo este período y Kim Jong-un ya se reunión con Putin en 2023, aunque en el extremo oriental de Rusia.
¿Qué busca Rusia En Corea del Norte?
El régimen de Moscú enmarca esta visita en el agradecimiento al apoyo militar que ha recibido desde Pyongyang. Las estimaciones fijan en casi cinco millones de proyectiles y decenas de misiles balísticos el material que la dictadura asiática habría enviado a las fuerzas rusas en el conflicto por la invasión de Ucrania.
Rusia y Corea del Norte mantienen un contexto internacional muy similar. Ambos están sujetos a fuertes sanciones económicas y se han convertido en estados parias, el primero principalmente por el conflicto en Ucrania y el segundo por sus flagrantes violaciones de derechos humanos y su escalada nuclear. Además, se han mantenido completamente ajenos a la influencia occidental, que han situado en su objetivo.
El contexto similar se une a unas circunstancias complementarias. Corea del Norte cuenta con una maquinaria de producción de material de defensa bien engrasada y tiene capacidad de producir a gran escala, y Rusia no logra los objetivos deseados en Ucrania.
Pyongyang ha sido capaz de suministrar a Rusia material bélico, especialmente municiones y proyectiles, fundamentales para mantener su capacidad militar en Ucrania.
La guerra de Ucrania ha fortalecido la cooperación militar entre ambos países, en un proceso en el que Rusia ha intensificado su desconexión con el mundo occidental. Los vínculos se han estrechado y ya se han registrado visitas en Corea del Norte, como hizo en julio de 2023 el ministro de Defensa Sergei Shoigu, el primero en visitar el país desde la desintegración de la Unión Soviética.
Intereses comunes entre Rusia y Corea del Norte
A pesar de que Rusia nunca ha mantenido un papel especialmente beligerante con Corea del Norte en relación a otros actores internacionales, la realidad es que en varias ocasiones ha contribuido a desbaratar algunos planes de la dictadura asiática.
Por ejemplo, ha sido habitual que Rusia apoyase las sanciones en el Consejo de Seguridad de la ONU por su programa de armas nucleares, que entre otros aspectos prohíben el comercio de armas con Corea del Norte.
Sin embargo, su firma puede ser revocada. Rusia recibe apoyo militar y Corea del Norte accede a un vínculo cerrado con un potente aliado que le permite abandonar su histórico aislamiento internacional.
Además, Rusia es un país caracterizado por su gran capacidad para la producción de alimentos, en especial trigo. La unión de ambos países también es relevante para aliviar la hambruna que todavía lastra el régimen de Kim Jong-un.
También, Corea del Norte puede beneficiarse con el apoyo técnico de Rusia en el ámbito militar, especialmente en lo relacionado con tecnología avanzada para satélites y material como submarinos de propulsión nuclear.
Pero, además, los intereses comunes también pueden extenderse al ámbito económico. Corea del Norte puede proporcionar mano de obra, que el país necesita en estos momentos sobre todo para la reconstrucción de edificios y levantar su economía, mientras que Pyongyang puede beneficiarse de las divisas que sus trabajadores en el extranjero envíen al país.
Por último, Rusia y Corea del Norte también sortean su aislamiento internacional y, además, Corea del Norte se abre a la posibilidad de fomentar el turismo en el país desde un país completamente aliado y bajo sus propias reglas.
Otras alianzas internacionales y la escalada del conflicto
El apoyo militar de Corea del Norte sortea de este modo las sanciones occidentales y hace frente al apoyo militar que las potencias de la OTAN están proporcionando a Ucrania. Rusia está empleando su vieja munición, pero además está contando con refuerzos, por ejemplo, de drones de fabricación iraní y apoyo militar de China. Este país ha mantenido una posición ambigua, pero le estaría suministrando, entre otros, misiles de crucero y otras herramientas para misiles balísticos; así como tecnología para sus imágenes satelitales y mejorar sus tanques, misiles y aviones, según Washington.
Rusia, además, está emprendiendo esfuerzos internacionales para ampliar su capacidad militar. Dentro de estos movimientos, se incluye el envío de busques y submarinos de guerra a los puertos de La Habana, en plena frontera con Estados Unidos, en una imagen que ha remitido a la crisis de los misiles de 1962. Además, está intensificando sus operaciones en África y alineando a diversos gobiernos con importantes recursos naturales, en su eje, entre ellos, Gabón, Burkina Faso, Mali, Chad, Guinea-Conakri, Sudán o Níger