La pubertad es un momento de cambios en nuestra vida. Aparece el vello corporal, empieza a cambiar la voz y lo que hasta el momento eran líneas rectas empiezan a verse curvas para formar nuestro cuerpo de adolescentes. Llegan también los granos en la cara y crecemos unos cuantos centímetros.
En los últimos años, los estudios han mostrado un ritmo cada vez más acelerado hacia la pubertad en las niñas. Estudios recientes concluyen la edad en que inicia la pubertad en las niñas ha descendido cerca de tres meses por década desde 1970. La Asociación Española de Pediatría estima que la pubertad adelantada afecta actualmente a un 12% de las menores y en mucha menor medida también a los chicos.
En medicina, las etapas de pubertad se estiman con la llamada Escala de Tanner, que se basa en observaciones a niñas y niños entre 1949 y 1971 en Inglaterra. Esa medida establece que la pubertad normal comienza a los 8 años o después en el caso de las niñas y a los 9 años o después en los niños. En 1999, Paul Kaplowitz, profesor de Pediatría en el Children's National Hospital de Washington, criticó que el límite de edad para la pubertad normal debía reducirse a los 7 años en las niñas blancas y a los 6 en las negras, según sus estudios.
¿Cuáles son las causas?
Es la pregunta del millón. Y los expertos apuntan a varios factores... aunque uno de ellos es el mayor desencadenante: la obesidad, relacionándola con otros como el estilo de vida o el estrés.
Como indica en este reportaje de The New York Times, la obesidad se ha asociado a la menstruación precoz de las niñas desde la década de 1970.
Es decir, las niñas con sobrepeso tienden a comenzar a menstruar antes que las niñas que tienen un peso medio.