La pandemia del coronavirus ya deja más de un millón y medio de casos confirmados en nuestro país. Hay constancia de su gran capacidad de transmisión, pero no siempre se producen brotes en viviendas, ya que puede producirse un positivo en un hogar y que el resto de convenientes no padezcan la enfermedad.
Es relativamente frecuente que se produzca este hecho. Hay ocasiones en las que solo se produce un positivo, es decir, que una persona se ha contagiado fuera y no transmite el virus a ninguna de las personas con las que comparte el hogar. Esto puede producirse porque esa persona no se corresponde con el perfil de un supercontagiador, es decir, una persona capaz de transmitir el virus en grandes cantidades. No todos transmitimos el patógeno igual, pero no queda acreditado la manera en la que podemos hacerlo, por lo que siempre debemos seguir las mismas pautas para garantizar que no haya contagios.
Igualmente, cuando no se producen contagios dentro del hogar, también puede influir una cierta resistencia de los sistemas inmunitario de los convenientes. En este caso hay que tener en cuenta que el sistema inmunológico tiene dos brazos fundamentales integrados sobre los que descarga toda la función que ejerce de defensa y de regulador de todo el organismo: la inmunidad adaptativa celular y la inmunidad mediada por anticuerpos o humoral.
Ambas siempre están presentes. Cuando el virus entra en nuestro cuerpo, generalmente lo hace a través de una puerta de entrada, que suele ser una mucosa, allí ataca una célula, se fusiona y entra en la célula. A partir de ahí, el camino puede ser muy diferente. Dependerá mucho de la situación inmunológica de la persona, sobre todo para que el virus sea neutralizado o eliminado, así como que sea capaz de evitar que la respuesta inmunológica sea eficaz de manera que finalmente se desencadene una infección y finalmente la enfermedad.
En los individuos que tienen una buena inmunidad innata, que ayuda a desarrollar la inmunidad adaptativa, que es por linfocitos T y linfocitos D, producirían anticuerpos y los podría detectar.
Entonces, ¿Por qué se infecta una persona y otra no?
Llegados a este punto, ¿por qué unas personas en una vivienda pasan el coronavirus y otras no? La respuesta podría encontrarse en la interacción con el virus y la respuesta inmune. Si el conviviente expone al virus a su pareja en dosis suficientes para que la otra persona pueda reaccionar inmunológicamente; y si su sistema inmune tiene una respuesta lo suficientemente desarrollada como para desarrollar una respuesta asintomática con una carga viral muy baja; haría que neutralizase el virus rápidamente, con una carga viral prácticamente nula y sin enterarse.
La carga estaría por debajo del dintel que haría que se estimularan anticuerpos en cantidad suficiente, por lo menos para ser detectados en una prueba y para que se mantengan en el tiempo. Además, hay que recordar que hay personas con un buen sistema inmune que guardan una buena memoria adaptativa gracias a sus linfocitos que podrían generar anticuerpos sin saberlo. Esa memoria no se podría detectar en pruebas normales, sino en laboratorios superespecializados, señala Eduardo cruz, jefe de Inmunología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, en una entrevista con Cadena COPE.
Por todo ello, la clave se encontraría en la capacidad de neutralizar rápidamente el virus hasta el punto de mantener una carga viral baja con un sistema inmunitario fuerte, de manera que sea capaz de mantener memoria haciendo que seas capaz de pasar el coronavirus sin que seas consciente.