El sistema de autocobro se está imponiendo cada vez con mayor fuerza en los supermercados de todo el planeta. En este tipo de cajas, ningún empleado atiende a los clientes y son los propios visitantes de la tienda quienes se encargan de realizar todo el proceso, desde escanear los productos a cobrarse.
En teoría, este tipo de procedimiento se ha ido imponiendo en los supermercados con el objetivo de agilizar las compras, pero hay quienes han advertido de los peligros que pueden entrañar para los consumidores. Así ha avisado la abogada estadounidense Lindsey Granados, que ha publicado un vídeo en la red social TikTok en el que ha explicado los riesgos de este tipo de cobros.
Granados explica que cuenta con varios casos de clientes que han sido acusados injustamente de haber cometido delitos de hurto en los supermercados a los que acudieron a realizar la compra. Se trata de delitos de los que han sido acusados de forma injusta, ya que fue como consecuencia de un mal funcionamiento de la caja autocobro.
"Esas máquinas son defectuosas en muchos sentidos y no son sensibles a las particularidades y, lamentablemente, no escanean elementos de vez en cuando", ha advertido Granados sobre este tipo de casos que se encuentra.
"No puedo decirle con cuántos clientes he hablado que han sido adosados de hurto, porque una de esas máquinas no escaneaba correctamente", ha indicado en unas declaraciones que recoge el diario Mirror.
El citado medio indica que los supermercados se encuentran listos para introducir tecnología avanzada de autoservicio en un intento de reducir los hurtos. Se estima que un tercio de los compradores no pagan por todos los artículos cuando utiliza las cajas automáticas, aunque no siempre sucede intencionadamente, y los ladrones las utilizan específicamente para robar artículos más caros.
Sistema enfocado en el peso
Los nuevos sistemas pueden detectar cuándo un artículo en el área de embolsado es diferente al escaneado, así como detectar otros patrones sospechosos. El profesor Adrian Beck, de la Universidad de Leicester, colabora con tiendas para ayudarles a detectar los trucos que realizan algunos compradores en este sentido y ha encuestado a 3.000 personas en este sentido. Afirma que la tecnología actual se enfoca en el peso de los artículos y que los escáneres "no pueden reconocer" cómo es cada artículo.
Con ello, hay personas que seleccionan artículos baratos pero pesados, como las patatas o las cebollas, mientras que en realidad están adquiriendo alimentos más caros, como aguacates.
