El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sorprendió hace un año con una encuesta en la que coló una pregunta viral sobre la tortilla de patatas: ¿con cebolla o sin cebolla?
El resultado no dejó lugar a dudas: el 70,4% aseguraba que la prefiere con, mientras que la España "sincebollista", por mucho ruido que haga, solo representa al 20,9% de la población.
El instituto que preside José Féliz Tezanos ha vuelto a preguntar por ese tema y el resultado apenas ha cambiado: el 71,8% cree que debe hacerse con cebolla, el 21,3% la prefiere sin cebolla... y al 6,5% le da lo mismo.
Pero, más allá de una cuestión que ha avivado muchos debates de pasillo y de ascensor, el 'Estudio de Turismo y Gastronomía II' aborda varias cuestiones que definen a la sociedad y que, en cierto modo, anticipan cómo serán los españoles del futuro.
La pregunta número 12 del estudio, por ejemplo, ha servido para dimensionar una tendencia que lleva años consolidándose: "¿Considera que elaborar comida en casa, como ha sido así tradicionalmente, se sigue haciendo en gran medida, que va reduciéndose su uso, que se está viendo desplazada por la comida rápida?".
"No me gusta cocinar"
Casi la mitad de los algo más de 4.000 encuestados (46,5%) considera que la cocina casera "se está viendo desplazada por la comida rápida" y un 23,8% cree que "va reduciéndose su uso", mientras que el 26,9% opina que "se sigue haciendo en gran medida".
Al final, casi tres de cada cuatro españoles confirman que cada vez cocinamos menos en casa. Pero, ¿por qué? Las respuestas de los encuestados pueden agruparse en cinco grandes grupos, con un motivo claramente destacado: el estilo de vida acelerado y la falta de tiempo (48,7%).
Pero no es el único: también afecta el hecho de que cada vez sea más fácil acceder a comida preparada, a domicilio o de supermercado (13,2%); que aumenta el número de personas que no saben (12,6%) o las que no les gusta cocinar (6,7%); y el factor económico, pues un 9,6% asegura que preparar cocina tradicional en casa es más caro que recurrir a comida rápida.
El CIS no ha entrado en detalles, pero está claro que, aunque al pensar en el precio de los alimentos nos fijemos solo en el importe del ticket del supermercado, el hecho de seguir una dieta variada, saludable y sostenible puede reducir el precio social, sanitario y medioambiental a largo plazo.
'Sorpasso' de chuletón
Sea como sea, el CIS también ha detectado un fuerte apoyo al control de los pisos turísticos, y ha confirmado que la mayoría de los españoles (52,8%) comen fuera de casa entre una y tres veces al mes, aunque el 30% sale casi una vez por semana y un 15% no lo hace nunca o casi nunca.
El ticket medio, además, suele situarse entre los 15 y los 30 euros, aunque uno de cada cuatro puede llegar a los 50.
El motivo más frecuente, además, no es el gastronómico, sino el social: el 56,8% sale para reunirse con amigos o familiares, el 23,3% lo hace por "romper con la rutina diaria" y el 14,1% asegura que busca "disfrutar de la buena comida".
En lo que se refiere a los platos más típicos de España, el CIS sitúa en primera posición a la tortilla (66,2%), seguida de la paella (63,1%) y, a mucha distancia, el jamón ibérico, el gazpacho andaluz, las croquetas, el cocido madrileño y el pulpo.
Pero sí hay algunas novedades (respecto al estudio de hace un año) en lo que se refiere al plato más icónico de cada comunidad autónoma. El pan con tomate sigue reinando en Cataluña; lo mismo que el ternasco en Aragón, la ensaimada en Baleares o el jamón en Extremadura.
Pero en Andalucía, por ejemplo, el pescadito frito ha superado (por poco) al gazpacho; y en el País Vasco el chuletón se ha impuesto al bacalao al pilpil.