La vida sentimental del rey Juan Carlos ha regresado a la actualidad después de que hayan visto la luz varios audios y fotografías que demuestran la relación que mantuvo con Bárbara Rey en el pasado, que se une a otros idilios, como el mantenido con Marta Gayà.
Los escarceos del rey Juan Carlos han sido 'vox pópuli', y han incluido multitud de incógnitas, como el destino fatal de Sandra Mozarowski, con quien mantuvo una relación en el pasado y que falleció cuando estaba a punto de cumplir 19 años, mientras estaba embarazada, puesto que repentinamente se resbaló mientras se asomaba al balcón de su vivienda.
Pero no es el único escándalo que ha afrontado el rey Juan Carlos al respecto. También ha contado con demandas de paternidad de presuntos hijos ilegítimos, algunos casos especialmente mediáticos por el sorprendente parecido con el monarca.
Uno de los más destacados es el protagonizado por Albert Solà, que acudió a los tribunales para intentar demostrar que Juan Carlos I era su padre. Una demanda que fue obstaculizada en 2015, cuando el Tribunal Supremo no aceptó a trámite su demanda porque la veía inconsistente y sin los datos necesarios, puesto que no presentaba una prueba de ADN que certificase que era su padre.
Solà luchó en todo momento para que se reconociera la paternidad del rey emérito, que incluyó una fuerte presencia en medios de comunicación. Además, publicó en 2019 una autobiografía, titulada 'El monarca de La Bisbal'.
Pero esta presencia se acabó tras grabar una entrevista para el programa '¿Quién es mi padre?' de Telecinco, uno de los últimos programas que presentó Carlota Corredera en la principal cadena de Mediaset, que meses después rompió la relación laboral y acometió una fuerte reestructuración interna.
La repentina muerte de Albert Solà
La muerte de Albert Solà se produjo poco antes de que se emitiera su entrevista. Fue en octubre de 2022, cuando se encontraba en el bar bar Pa i Trago de La Bisbal (Girona), en el que habitualmente trabajaba. Allí se encontraba la noche del sábado 5 de octubre cuando, de repente, se desplomó.
"Pidió una copa de vino, la cogió y cuando iba para la mesa donde estaba su compañero, se desplomó", expresaba entonces una empleada del establecimiento en declaraciones al diario El País. A pesar de que su amigo intentó reanimarlo cuando llamaban a una ambulancia, los médicos de urgencias solo pudieron certificar su fallecimiento.
Las casualidades de la muerte no cesaron, puesto que la entrevista que había realizado en Mediaset no se había hecho pública y solo unas horas después de su fallecimiento la cadena comunicó en público la emisión del documental que había protagonizado.
Las incógnitas de su muerte
Uno de los hechos que más llamó la atención al público fueron las imágenes que captaron las cámaras de seguridad antes de su muerto. Cuando falleció, sospechosamente habían sido giradas media hora antes, evitando de este modo que el fallecimiento quedara registrado, pero cuando se confirmó su fallecimiento, se volvieron a colocar en su sitio.
Al conocerse en público este dato, la encargada del bar fue preguntada por el programa al que iba a asistir Solá, que respondió: "Yo soy la mujer del dueño del bar y a veces, si tengo algún conflicto con él, la quito". Un dato que no dejó indiferente entonces a los colaboradores del formato, que expresaron su asombro por el hecho de que las cámaras se girasen exclusivamente durante su fallecimiento.
Ante el revuelo generado, finalmente se publicaron los datos recogidos en el informe preliminar oficial de la autopsia. Indicaba como motivo de la muerte un infarto de miocardio. Con ello, se dio carpetazo a todo lo ocurrido, a pesar de que la familia planteó la posibilidad de pedir una segunda autopsia.
Los amigos de Solà, en todo caso, mostraron su perplejidad ante su muerte, puesto que revelaron que se encontraba en perfecto estado y que no habían notado nada que pudiera llevar a presagiar su repentino fallecimiento.
El caso de Ingrid Sartiau y la historia de Albert Solà
No es el único hijo ilegítimo que se atribuye al rey Juan Carlos. También es conocido el caso de Ingrid Sartau, de quien no se ha vuelto a publicar nada desde el fallecimiento de Albert Solà y su entrevista en el programa '¿Quién es mi padre?'.
En su caso, el Tribunal Supremo sí aceptó a trámite su demanda de paternidad en 2015, pero posteriormente quedó repentinamente archivada sin posibilidad de recurso después de que su madre contrajera su historia.
"Venían a verlas personas importantes, a asegurarse de que la niña estaba bien, yo creo que Juan Carlos intentaba saber de ella, creo que en el fondo la quería", expresaba en el programa su tía. Ingrid nació en 1965, cuando el monarca ya estaba casado con la reina Sofía.
"Ha sido una sacudida en mi vida, ojalá no haberlo sabido nunca, esto me ha puesto la vida patas arriba. Mi vida de pareja, mis hijos... Todo. Antes de esta historia era una mujer feliz y en ese momento todo cambió para mí", revelaba sobre qué había implicado para ella su periplo legal para que se reconociese la paternidad del rey emérito.
Son historias duras, como la que expresó Albert Solà en su entrevista en Telecinco, emitida tras su repentina muerte (estaba invitado a plató), donde relataba su vida entre orfanatos, pero con una serie de atenciones y privilegios que no sabía explicar: "Venía a verme una señora muy elegante, siempre vestida con traje de chaqueta y falda, me traía regalos [...] recibía regalos carísimos que mis padres claramente no se podían permitir, me compraron un coche nuevo cuando mi padre jamás había tenido uno, él usaba coches de tercera mano, mis padres no tenían recursos para darme esos caprichos, no sé de dónde lo sacarían".
Tiempo después, Solà descubrió que aquella señora era la madre del rey emérito, su presunta abuela, que habría tenido constancia de la paternidad del rey emérito antes de que conociese a la que sería su mujer, la reina Sofia (Juan Carlos tenía 18 años en el momento del nacimiento de Solà).
Durante su servicio militar, empezó a hacer las primeras averiguaciones. Un oficial de policía llegó a decirle que había falsificado los papeles de su nacimiento y después un juez le reAonocería que era su padre biológico. Después llegarían unas polémicas pruebas biológicas que el CNI llevó a cabo con un vaso del rey.
Además, en 2021 surge una prueba definitiva, cuando contactan con Solà para contarle que su madre vivía en México y que es una mujer a la que obligaron a entregar a su bebé, el propio Albert, en cuanto nació. Además, surgió una hermana, más joven con él, con quien comparte el 99,99% de la identidad genética, siendo hermanos de padre y madre. A pesar de todo, duda de su veracidad, puesto que cree que fueron falsificadas: "No hay nada que me haga pensar que ella y yo seamos hermanos".