El bolígrafo más básico y funcional del mercado tiene más de 70 años, y es el de la marca BIC. Un tubo transparente y hexagonal con la tinta dentro, tapado con una capucha puntiaguda del color de la tinta. Desde su fundación, la empresa es conocida por hacer productos desechables asequibles, como mecheros, bolígrafos, y máquinas de afeitar.
El bolígrafo Cristal es el más famoso y extendido de la marca, a pesar de la variedad de productos que ofrecen. Su uso se extendió tras la II Guerra Mundial, pero fue inventado en 1938 por el periodista húngaro Ladislao Biró, cansado de los problemas de la tinta al escribir.
La tapa con agujero
La tapa es muy sencilla y tiene un agujero pequeño en la punta. La tecnología de esta herramienta tiene dos funciones. Por un lado, evitar que la tinta haga presión por la diferencia del interior y el exterior, y una segunda función que es la de prevenir que, si alguien se traga la tapa, no se ahogue.
¿Cómo evita los ahogamientos? Muy sencillo, ya que si tanto un niño como un adulto se lo tragan, el aire puede seguir entrando al organismo, y aunque se haga alguna herida en la garganta, no morirá por asfixia. Si no existiera el agujero, el aire dejaría de pasar, y por su diseño en forma de cono, haría que el usuario se ahogase.
El agujero no estaba entre los diseños iniciales, se integró al bolígrafo a mediados de los años 90. Lo cierto es que el utensilio provocaba cientos de atragantamientos al año, por lo que para adecuar el producto a las normas de seguridad internacional, añadieron el agujero al diseño.
¿Por qué el bolígrafo es hexagonal y no circular?
No se trata sólo de diferenciarse de la competencia, porque cuando se creó, mucha competencia no tenía. El BIC se diseñó hexagonal por un criterio de aprovechamiento de espacio a la hora de ser almacenado y guardado en cajas. Tan buena idea fue, y tan bien funcionó en el mercado, que el diseño del BIC no ha cambiado desde que se creó, sigue exactamente igual a excepción del agujero de la tapa.
Tras la creación del BIC Cristal, su calidad y precio accesibles hicieron que fuera utilizado por un gran número de gente, y que fuese el preferido por cientos de personas hasta el día de hoy. En 2001 el BIC Cristal fue incluido como parte de la colección permanente del Departamento de Arquitectura y Diseño del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA).