Buscar
Usuario

Política

¿Qué busca Israel en Líbano? Los verdaderos motivos tras su guerra con Hezbolá

Netanyahu ha iniciado un nuevo enfrentamiento que busca territorio en el sur de su país vecino.

¿Qué busca Israel en Líbano? Los verdaderos motivos tras su guerra con Hezbolá

La escalada de violencia en la guerra entre Israel y Hezbolá no cesa. Los ataques del país hebreo en el territorio de su país vecino ya han dejado al menos 558 muertos y 1.835 heridos, registrando la ofensiva más letal en las últimas tres décadas.

Los residentes del sur del país están escapando de sus casas y las carreteras se han visto colapsaras por el éxodo. Israel justifica los ataques en la destrucción de objetivos de Hezbolá, una milicia con gran implantación territorial y considerada como un "estado dentro del estado", que al igual que Hamás tiene fuertes vínculos con Irán. Por su parte, la milicia chií ha respondido lanzando decenas de cohetes contra Israel.

La comunidad internacional llama a la desescalada de tensión, ante el riesgo claro de una guerra regional. Una posibilidad que ha alimentado Teherán, cuyo ministro de Exteriores, Naser Kanani, ha comparado en la red social X el futuro del Gobierno de Israel con Sadam Hussein, desbancado del poder durante la invasión de Irak, un presidente que encabezó a su país a una guerra con Irán en la década de 1980.

El conflicto aparenta una planificación, puesto que la espiral de violencia se inició después de que Israel activara un sofisticado ataque contra los miembros de Hezbolá por el que explosionó remotamente sus dispositivos de comunicación.

"El centro de gravedad se está moviendo hacia el norte", comentó el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ante lo que calificó como una "nueva fase" de la guerra mientras Israel se enfoca ahora en el combate a las milicias de Hezbolá.

¿Qué busca Israel en su guerra con Hezbolá?

Las ofensivas de Israel muestran una clara vocación de impulsar una guerra en el norte del país. Esto le permitiría invadir una franja de territorio en la frontera con Líbano y, de este modo, reimpulsar la 'franja de seguridad' que separe a ambos países bajo su propio control.

De este modo, Israel alejaría a los milicianos de Hezbolá de su frontera y establecería un dominio que le permitiría salvaguardar su seguridad respecto a los ataques exteriores, acrecentados desde la invasión de Gaza. Una disputa por el territorio que, en todo caso, prolongaría e intensificaría la guerra y podría ser similar a la ocupación israelí del sur de Líbano entre 1982 y 2000.

En todo caso, Hezbolá no quiere una guerra sangrienta con Israel y ambas partes tienen sobre el horizonte el conflicto registrado en 2006, lo suficientemente duro que ha servido hasta la fecha como un recuerdo disuasorio para la desescalada.

Las milicias e Irán ya lo han evidenciado incumpliendo las amenazas que han lanzado sobre el estado hebreo, pero también evidenciando que su estrategia pasa por pequeñas afrentas desde los grupos afines a Teherán, más que un conflicto a grande escala. El problema es que la divergencia en la potencia puede llevar a transmitir una imagen de debilidad o incluso a Israel a intensificar la violencia de sus ataques apreciando debilidad en su enemigo.

En el mundo árabe, Hezbolá está considerado como un símbolo de resistencia. Precisamente, la milicia nació en Líbano tras la invasión de Israel de la región meridional en 1982, que acabó con el estado hebreo retirándose 18 años después. Pero ahora las cosas podrían ser diferentes.

Los ataques selectivos de Israel han debilitado drásticamente a Hezbolá, pero también la guerra en Gaza a Hamás. El presidente israelí parece ahora aprovechar el momento de superioridad estratégica para neutralizar a Hezbolá y, de este modo, evitar un apoyo a Gaza desde el norte de su territorio.

A pesar de todo, los cálculos de Israel fijan el armamento de Hezbolá en alrededor de 150.000 misiles, algunos de precisión y guiados a distancia. Esto podría colocar prácticamente a todo el país a su alcance, a pesar de la cúpula de hierro que utiliza en su defensa. A pesar de su refuerzo, queda la duda sobre su alcance ante las intensas oleadas que se esperan en un nuevo conflicto.

Artículos recomendados

Artículos relacionados
Contenidos que te pueden interesar