Si hacemos un rápido repaso por las series españolas que visten, a día de hoy, nuestra parrilla televisiva nos encontraremos con una gran diversidad en cuanto a categorías y estilos que es de agradecer: series de época, thrillers, comedias... Todas ellas enmarcadas en diferentes contextos perfectamente reconocibles por el espectador medio. No obstante, resulta complicado que sus personajes principales tengan perfiles con los que el espectador se sienta no solo identificado sino también representado en la pequeña pantalla.
Quizá sí el español medio, blanco, heterosexual y de treinta y pocos. Pero no el resto. Nos hemos acostumbrado a tener un elenco de actores que, en ocasiones, resultan clones unos de otros, con características similares que desarrollan papeles, aunque muy diversos, pero encuadrados dentro de una irritante normalidad anormal. Y no es por falta de actores, sino porque los creadores de la ficción en nuestro país no arriesgan. O no como deberían.
La falta de actores negros en nuestra televisión
Es muy complicado encontrar a personajes de color en la ficción española. Como si en nuestra sociedad las personas negras (y los chinos, musulmanes y sudamericanos) no estuvieran ya del todo incluidos. Apenas hay actores negros que encarnen papeles protagonistas en la pequeña pantalla. Muchos se aferran a que una gran parte de nuestra ficción está representada por series de época.
Y bien es cierto que la diversidad cultural de la que goza nuestro país en la actualidad nada tiene que ver con la que existía a principios y mediados del siglo pasado. No obstante, existen ciertas excepciones dignas de ser mencionadas. Como es el caso de la actriz Montse Pla, que este verano se incorporó a la serie 'Seis hermanas', de Televisión Española y que ya participó en 'Amar en tiempos revueltos'. Aunque su participación en ambas ficciones resulta una excepción, la actriz reconoció en una entrevista que un personaje negro en una serie de época resulta "muy goloso".
Repetida peculiaridad es la que protagoniza Berta Vázquez, otra de las pocas actrices de color que goza de gran popularidad en nuestro país. Berta, una de los personajes principales de 'Vis a vis', también ha protagonizado la adaptación cinematográfica de 'Palmeras en la nieve'. Sin salir de Antena 3, 'Mar de plástico' también ha contado con actores de color como Will Shephard o Yaima Ramos que, aunque ninguno con peso protagónico, han mostrado la realidad del racismo. Estos ejemplos evidencian que el papel de las personas negras en nuestra ficción nada tiene que ver con el que protagonizan en otros países como por ejemplo Estados Unidos.
A pesar de ello, es importante reconocer que el país norteamericano padece de graves problemas de racismo y xenofobia entre sus ciudadanos que tienen como consecuencia multitud de muertes cada año. Quizá por este motivo su ficción en televisión ha integrado de una manera mucho más normalizada a la raza negra. Ejemplos de ello son 'Orange is the new black', 'Scandal' o 'Empire', entre otros. Sin ir más lejos, el productor ejecutivo de esta última ficción, Lee Daniels, afirmó en una ocasión que odiaba que hubiese guionistas blancos que escribiesen para actores negros.
En un evento con los creadores de otras series muy famosas de Norteamérica, Daniels preguntó con cuántos guionistas afroamericanos contaban los proyectos de sus otros compañeros. Michelle King, productora ejecutiva de 'The Good Wife', contestó que en su equipo había dos guionistas negros, pero que ella no buscaba la diversidad, sino al mejor escritor. En el fondo, a lo que se refería Lee Daniels era a promover lo que en nuestro país se conoce como discriminación positiva.
¿Ridiculiza nuestra televisión a los inmigrantes?
No son pocos los personajes inmigrantes que han formado parte de series de éxito en nuestra televisión. No obstante, su procedencia y su cultura han servido de pretexto para situarlos en contextos de desventaja, sobre todo en las comedias. Es fácil que nuestros recuerdos nos lleven a personajes tan icónicos como el Machupichu de 'Aída' o Parrales en 'La que se avecina'.
Ambos personajes, de origen latino, se encuentran supeditados a jefes racistas y xenófobos que les hacen la vida un poco más complicada y se ven envueltos en situaciones ridículas que hacen reír a los espectadores. ¿Se trata, entonces, de una manera de ridiculizar a los colectivos inmigrantes de nuestro país? Preguntados por esta cuestión, los guionistas de 'Aída' explicaron sus motivos en 2014 en el libro 'La imagen de los inmigrantes en la ficción televisiva de prime time', escrito por María Marcos Ramos.
En el texto se explica que el inmigrante en las comedias funciona como el personaje ignorante, el "pez fuera del agua" pero no necesariamente con connotaciones peyorativas, sino por encontrarse en desventaja por proceder de otro país, otra cultura y otros contextos. No obstante, los guionistas de 'Aída' defendieron que el personaje del Machupichu representa todo lo contrario porque es inteligente. "Cuando se produce un conflicto entre Mauricio y Machupichu, el segundo sale reforzado frente al primero mediante la utilización de la reacción como chiste. Cuando Mauricio dice una burrada, automáticamente sale un plano del Machupichu advirtiendo a la audiencia de la burrada dicha".
Además, defendieron que "cuando haces un estereotipo de una minoría se puede pensar que es peyorativo, pero simplemente estás dándole el mismo tratamiento que a los demás". Y es que, a decir verdad, en series como 'Aída' o 'La que se avecina' la gracia de sus gags radica en los estereotipos de sus personajes.
En el año 2013, alrededor del 11% de la población residente en España era población inmigrante, lo que podría convertirse en una razón de peso comercial para incluir a más población inmigrante en nuestra ficción, en la que solo representan el 4%. No obstante, también existe una razón de peso que explica esto. Nacho Faerna, guionista de televisión, explicaba en el libro mencionado anteriormente que "cuando hicieron la versión de 'La reina del Sur' en Antena 3 analizaron por qué se hundió y fue por la gran cantidad de inmigrantes que la seguían. Pero siguen siendo una minoría para determinar cambios". En la misma línea, Carlos Molinero explicaba que "la ficción de consumo mayoritario va un punto por detrás" pero "no es por un tema racista".
Otras carencias en las ficciones españolas
Nos cuesta hallar a personajes protagonistas con ciertas discapacidades físicas o psíquicas, homosexuales, de la tercera edad o de color, y cuyas características no se conviertan en la excusa perfecta para trazar las tramas de la ficción. Es el caso de la difunta serie 'Frágiles', de Telecinco, protagonizada por Santi Millán.
En ella una sublime Ruth Núñez interpretaba a Lola Martín, una chica con síndrome de Asperger. Pese a que la serie mostraba desde un punto de vista positivo las limitaciones a las que se enfrentaba el personaje como consecuencia de su autismo, lo cierto es que eran esas dificultades las que marcaban las tramas protagonizadas por la chica.
Y es que no se trata de que la televisión nos muestre cómo se las apaña un Asperger en nuestro complicado mundo. Quizá lo ideal pasaría por la fabricación de un personaje cuyas características limitantes estuvieran tan normalizadas que no diese lugar a que el espectador se planteara nada más allá de lo que ve. Existen multitud de ejemplos que evidencian lo anteriormente explicado. Sin ir más lejos, Alba Recio representa en 'La que se avecina' al maltratado colectivo transexual. Sus tramas giran siempre en torno a las dificultades con las que se encuentra en su vida diaria como consecuencia de su condición.
Y no tiene nada de malo. De hecho, la gracia de la serie reside en las esperpénticas problemáticas en las que se ven envueltos los vecinos de Montepinar. Pero son estos ejemplos los que evidencian lo alejados que nos encontramos de la normalización en televisión de ciertos perfiles con ciertas características. Perfiles de personas con las que nos cruzamos día a día por la calle, incluidos en nuestra sociedad aunque no integrados en ella. Quizá su normalización en la pequeña pantalla contribuiría positivamente a su integración.
Bien es cierto que, en algunas ocasiones, podemos encontrar ciertas excepciones como por ejemplo en la serie 'Vis a vis', de Antena 3. La ficción, ambientada en una cárcel privada de mujeres, contaba con la presencia de actores y actrices de diferentes etnias y diferentes orientaciones sexuales. Hechos que no eran del todo relevantes en el desarrollo de sus tramas. (Atención, que viene spoiler) A pesar de que la protagonista mantenía una relación lésbica al mismo tiempo que se enamoraba de un funcionario de prisiones, lo cierto es que dicha situación planteaba la necesidad de Macarena de refugiarse en los brazos de alguien que la protegiera en un lugar tan hostil como Cruz del Sur, independientemente de su orientación sexual que quedaba en un segundo plano.