¿Por qué a los griegos se les representaba en las esculturas con el pene pequeño? Se trata de una pregunta que aquellos y aquellas interesados en este tipo de arte se preguntan a menudo. ¿Acaso era así la anatomía general del hombre griego? Pues no, el profesor de la universidad de Harvard, Andrew Lear, experto en Historia de la Sexualidad y gran conocedor de este ámbito en la antigua civilización griega, ha descubierto la razón y la explica en la revista Quartz.
El Profesor Lear expone que "los griegos asociaban el pene pequeño y no erecto con la moderación, una de las virtudes más importantes que formaba parte de su idea de masculinidad". En Grecia el hombre honorable era racional, no se dejaba llevar por los impulsos sexuales, y es fácil transmitir esa idea con un pene que no predomine en el cuerpo, ni se encuentre erecto.
Lear continúa razonando que si atendemos a las representaciones de héroes, dioses, atletas, etc., estos tienen un pene pequeño, mientras que los sectores más despreciados por la sociedad o los personajes mitológicos menos valorados eran esculpidos con penes grandes y erectos. Es el caso del sátiro, personaje de la mitología mitad cabra-mitad humano, que generalmente aparece borracho y rebosando lujuria. En la literatura griega también se habla de "grandes penes" para referirse a personajes poco honorables, como hacía Aristéfanes en Las Nubes.
Sin embargo, este experto recalca que, al igual que ocurrió en épocas posteriores y se mantiene hoy en día, estos ideales siempre responden a ideas alejadas de la realidad. Dice que los hombres griegos se veían unos a otros desnudos frecuentemente en los gimnasios, así que eran bastante conscientes (más de lo que somos ahora) de la gran variedad de penes que existía, y que no todos los hombres admirables tenían el pene pequeño, ni los borrachos o cobardes tenían el pene grande.
En la entrevista citan también a la bloggera experta en historia, Ellen Oredsson, que confirma las mismas teorías que Lear. Dice en su blog que el hombre griego era, como sabemos, racional, también intelectual y autoritario. Aunque tuvieran numerosas relaciones sexuales en su vida, la idea de tener un pene pequeño y no erecto les hacía parecer que podían mantenerse 'fríos' y no dejarse llevar por la lujuria. Añade que las esculturas griegas siempre querían representar el equilibrio y el idealismo, y un pene grande resultaría grotesco y gracioso.
Realmente, si nos fijamos en las esculturas donde se representa a hombres con penes largos y erectos, resultan de lo más extrañas. Igual solo bastaba con que no los tallaran erectos.
¿Cómo hemos llegado al ideal de pene grande en la actualidad?
El tamaño del pene, así como otros atributos físicos asociados a la masculinidad, feminidad o belleza, ha ido cambiando a lo largo de los tiempos. Por ejemplo, Oredsson aclara en su blog que los romanos sí que estaban interesados en los penes grandes, aunque no se reflejara en las esculturas de esa civilización. En el Renacimiento estaban muy influenciados por el arte griego, así que los penes también eran pequeños.
La explicación que da Lear sobre el actual ideal de pene grande es que se debe a la influencia de la pornografía o por una presión ideológica para causar vergüenza en los cuerpos masculinos, al igual que se hace con las mujeres.
De lo que podemos estar seguros es de que los ideales de belleza, así como lo que se considera 'masculino' o 'femenino', no son más que construcciones sociales. Herencias culturales que creemos naturales pero que en verdad no hacen más que condicionar nuestra manera de pensar, percibir e incluso de sentir. Hoy en día los 'machitos' se creen que deben tener el pene grande, fuerza, autoritarismo y seguridad en sí mismos (y no lo olvidemos, ser heterosexuales).
Aunque cada vez nos riamos más, sobre todo las mujeres, de esos estereotipos, ahí se mantienen y los vamos transmitiendo. No solo afecta al pene, lo mismo ocurre con la idea de cuerpo perfecto: mujeres delgadas de grandes pechos (¿cómo se combina eso de manera natural?) y hombres musculados. Incluso las vaginas causan su controversia, pero es un tema demasiado tabú para sacarlo a la luz, y casi mejor, porque no queremos crear más complejos de los que hay.
Como todo, todos estos estereotipos no durarán siempre. En el pasado tales ideales no existían, aunque hoy en día hagamos representaciones de las épocas antiguas con nuestros cánones actuales (no hay películas de época con bellas mujeres gordas, y seguro que si en '300' se viera un solo pene no sería pequeño... y, ¡por el amor de Dios! En 'Dioses de Egipto' no hay negros!) y en el futuro se habrán transformado en otros. El caso es no estar contentos.