La salud mental siempre ha sido un tema controvertido en la sociedad europea, y aunque a día de hoy se ha avanzado porque cada vez se habla más del tema y se tiene en cuenta el bienestar psicológico, no siempre ha sido así. Aunque hay que reconocer que los estudios acerca del tema han avanzado, no dejan de revelarse datos sorprendentes de cómo se ha llegado a conocer lo que sabemos hoy en día, o, al menos, los intentos de ello.
¿Quién podría imaginar que un sótano de la Universidad del Sur de Dinamarca albergaría casi 10.000 cerebros humanos? Todo surge en 1945, tras una propuesta de dos médicos para elaborar la colección más grande de cerebros del mundo.
Fueron extraídos durante las autopsias de pacientes que fallecieron entre 1940 y 1980 con un objetivo: que los futuros doctores pudieran examinarlos una vez la ciencia hubiese avanzado, ya que se trata de cerebros de personas que tenían algún tipo de enfermedad mental. En concreto 5.500 cerebros con demencia, 1.400 con esquizofrenia, 400 con trastorno bipolar, 300 con depresión, etc. Un total de 9.479 cerebros para su estudio. Se estima que es la mayor colección de ese tipo en cualquier parte del mundo.
Almacenados sin consentimiento
Sin embargo, todos los cerebros habían sido preservados sin el consentimiento previo de los pacientes ni de sus parientes más cercanos, lo que provocó un largo debate nacional que se trasladó a varios sectores de la sociedad sobre qué hacer con esa cantidad de órganos humanos. Hay que tener en cuenta además, que la colección se había mantenido en secreto de la sociedad danesa hasta que se trasladó a su ubicación actual en la ciudad de Odense.
En la década de 1990, el Consejo de Ética de Dinamarca determinó que los tejidos podían ser usados para la investigación científica. "Todos estos cerebros están muy bien documentados. Sabemos quiénes fueron los pacientes, dónde nacieron y cuándo murieron. También contamos con los diagnósticos que les hicieron y los informes de los exámenes neuropatológicos", explica sobre ello Martin Wirenfeldt Nielsen, patólogo y actual director de la colección de cerebros de la Universidad del Sur de Dinamarca, a la BBC.
Los expertos afirman que, a lo largo de los años, la colección ha facilitado el estudio de muchas enfermedades, incluyendo la demencia y la depresión. Pero sin duda alguna, más allá de estos estudios relevantes, este hallazgo ha dado lugar a un debate nacional acerca de la salud mental. Un paso más para avanzar en un tema estigmatizado.