Las mascarillas se han convertido en un elemento esencial en nuestra vida diaria. El decreto de 'nueva normalidad' obliga a portarlas en cualquier espacio público, ya sea abierto o cerrado y aunque se pueda guardar la distancia de seguridad.
A pesar de que el uso de mascarillas de tela está aumentando, sobre todo por el ahorro de precio y la sostenibilidad para el medio ambiente, también hay una gran presencia de las desechables. Tanto quirúrgicas como FFP2 o las KN95.
Todos sabemos que las quirúrgicas tienen una vida útil de cuatro horas y las FFP2, de ocho horas. Pero, a partir de ahí... ¿sabemos cómo desecharlas? ¿Deberíamos tener algo más en cuenta?
En este caso, las asociaciones de protección de animales alertan sobre la necesidad de realizar un pequeño gesto: cortar todas las gomas de las mascarillas que vamos a arrojar a la basura. El motivo: muchos animales se enredan con ellas cuando las encuentran, especialmente en las patas o el pico de las aves, llegando a causar su muerte.
No es ninguna broma. Una goma enredada en un pico o pata pueden inmovilizar al animal, ocasionándole una infección e, incluso, si la extrangula, corriendo el peligro de perder la extremidad.
El medio británico The Independent, por ejemplo, ha compartido un vídeo en el que aparecen varios animales afectados por este tipo de gomas, que se han convertido en deshechos y pueden hacer grandes daños en nuestra fauna si no reciclamos conscientemente.
Seagull cut free from coronavirus face covering pic.twitter.com/6Z6yrFP8f8
— The Independent (@Independent) July 21, 2020
Todos los pasos a seguir para deshacernos de las mascarillas utilizadas
Si queremos deshacernos de las mascarillas utilizadas, hay un primer dato que tener en cuenta: se deben arrojar siempre al contenedor de restos, a ningún otro. Este contenedor se reconoce porque está pintado, generalmente, en color naranja o gris.
Recuerda en todo momento, antes de tirar las mascarillas, de cortar las gomas. Puede ser con una tijera o simplemente arrancándolas, algo que se puede hacer fácilmente, sobre todo, con las mascarillas quirúrgicas.
Falta decir que no hay que lanzar nunca las mascarillas al inodoro. No solo se trata de algo sin sentido, sino que además ya ha generado tapones y problemas medioambientales en algunas localidades.
Y, sobre todo, nunca arrojes las mascarillas al suelo. Espera a encontrar una papelera o en su defecto el contenedor de restos, ya que es fundamental que no se encuentren pululando por el medio ambiente. Por la salud de nuestro ecosistema. Y por la de todos.
