Uno de los regalos que nos ofrece la naturaleza después de los momentos de tensión como son las lluvias y las tormentas son los arcoíris. La tradicional forma en la que concebimos este fenómeno es un arco con los siete colores característicos: rojo, naranja, amarillo, verde, cian, azul y violeta.
La explicación de la forma del arcoíris que se suele dar es porque, simplemente, la Tierra es redonda, sin embargo, no es una respuesta muy acertada, ya que si nuestro planeta tuviera forma de cubo, el arcoíris seguiría siendo semicircular.
El orden de los colores: rojo arriba, violeta abajo
Para que se forme un arcoíris se tienen que dar ciertas condiciones, como que el aire esté húmedo, lleno de pequeñas gotas, que el sol esté despejado, para que los rayos lleguen directamente a las gotas, y que se encuentre en cierta posición para que lleguen con un ángulo determinado.
Isaac Newton descubrió hace siglos que la luz blanca está formada por los colores que conforman el espectro visible, el único rango de las radiaciones electromagnéticas que puede captar el ojo humano: rojo, naranja, amarillo, verde, cian, azul y violeta. El orden siempre será el color rojo y en la inferior el violeta, ya que se separan en el interior de cada gota, debido a que el índice de refracción varía con la longitud de onda, que es distinta para cada color.
El arco: anchura de dos grados
El ángulo que forma el rayo saliente respecto al entrante depende del ángulo con el que la luz llega a la gota de agua y de los índices de refracción. La luz roja tiene una mayor longitud de onda y escapa de cada gota formando un ángulo de 42,37º con respecto a la incidencia, mientras que la luz violeta tiene una menor longitud de onda y emerge formando 40,23º. En otras palabras, el arco principal tiene una anchura de algo más de dos grados de arco.
La verdadera forma del arcoíris es un círculo
Aunque cuando se produce este fenómeno solo apreciamos un semicírculo, realmente es la composición de millones de pequeños arcoíris procedentes de otras tantas gotas de lluvia. Cada color viaja a una velocidad ligeramente diferente y la forma circular se debe a la simetría esférica de las gotas de lluvia. Si vemos un arcoíris semicircular, en lugar de un círculo completo, es porque el horizonte limita el campo visual. Tan solo desde una zona muy elevada, por ejemplo, desde un avión, sería posible contemplar el círculo completo. En otras palabras, lo correcto sería nombrar al fenómeno como "círculo iris" y no como arcoíris.