Javier Rodrigo de Santos, el político que estaba llamado a liberar el Partido Popular en las Islas Baleares y que cayó en desgracia en 2008, ha sido imputado por un presunto delito de agresión sexual. Según las investigaciones, a las que ha tenido acceso El Diario, De Santos aprovechaba su posición de poder en la ONG en la que trabajaba, Horizontes Abiertos, para coaccionar a presos a los que debía brindar ayuda.
Estas personas encontraban en la Fundación una vía de escape a la cárcel y a los hábitos que les habían llevado hasta ella. Sin embargo, Rodrigo de Santos obligaba a las víctimas a tener relaciones sexuales con él. En caso de negarse, les amenazaba con dar malos informes a Instituciones Penitenciarias, lo que podría terminar con su ingreso de nuevo en prisión.
Dos presos que formaban parte del Proyecto administrado por el expolítico del PP balear lo denunciaron a la Policía, y un tercero que también estuvo en el programa corroboró las coacciones de De Santos a varios compañeros. Tras la investigación policial, el pasado 5 de diciembre fue detenido. La Fiscalía pedía prisión incondicional, pero el juez rebajó la medida a una orden de alejamiento a los dos denunciantes y a las casas de acogida de la ONG Horizontes Abiertos, a la espera de juicio.
Un futuro prometedor truncado por las drogas y los abusos
Javier Rodrigo de Santos nació en Burgos en 1965 y en 1990 llegó a Palma de Mallorca, donde iniciaría su carrera política, no sin antes lograr un puesto de funcionario con el apoyo de su amiga Ana Pastor. Entre 2003 y 2007 fue teniente de alcalde y concejal de Urbanismo en Palma, y coordinó la campaña presidencial de Jaume Matas.
De Santos, miembro de la organización ultracatólica Camino Neocatecumenal, mostraba constantemente sus convicciones religiosas a la hora de hacer política. De hecho, en un pleno del Ayuntamiento de Palma se negó a casar a parejas homosexuales en la isla, en un momento en el que el PP se encontraba en plena guerra con la ley impulsada por Zapatero.
No obstante, su fama y popularidad no hacían más que aumentar, y se le llegó a considerar un posible sucesor de Matas en la presidencia del PP balear. En 2008, todo cambió. La Fiscalía Anticorrupción le acusó de gastarse 50.000 euros que provenían de las arcas públicas en prostíbulos gays y cocaína. Al político no le quedó más remedio que admitir públicamente su adicción, y fue expulsado del partido.
Un año más tarde, ya en Madrid y alejado de la vida pública, fue condenado a 13 años de cárcel por un delito de abusos sexuales a dos menores. Los había conocido, junto a sus padres, en una de las reuniones del Camino Neocatecumenal. Convenció a los jóvenes de que vinieran a dormir a su casa para hacerse amigos de sus hijos, y en el dormitorio abusaba de ellos.
La pena se redujo a 5 años ya que el juez argumentó que no estaba claro si uno de los menores había dado o no su consentimiento. Dicho juez pasó por alto otra acusación contra De Santos en la que el expolítico habría pagado a una prostituta para que tuviera relaciones sexuales con un chico de 16 años mientras él miraba.
De Santos logró el tercer grado en 2014. Fue entonces cuando decidió subsanar sus errores desvelando ante los tribunales toda la corrupción del PP balear de Jaume Matas. Entró en la ONG Horizontes Abiertos, creada por el padre Jaime Garralda en 1978, gracias a la exconcejal del PP María Dolores Navarro Ruiz, por aquel entonces presidenta de la Fundación. Por el Proyecto Javier que lideraba, y en el que llevó a cabo sus presuntos delitos de agresión sexual, cobraba 22.000 euros anuales.