El día a día de la Policía está lleno de casos angustiosos, pero también viven momentos en los que pueden sentirse útiles sin echar mano de la acción y hasta pueden disfrutar un poco. Eso es lo que hicieron el pasado 26 de abril los policías de la Patrulla verde de la Policía Local de Cambrils, y es que tuvieron que rescatar a una familia de patos.
La unidad especializada en Medioambiente acudió a una piscina comunitaria del municipio catalán al ser alertados por una vecina del barrio de Riu Segre que les trasladó el problema: unos patitos se habían metido en la piscina del vecindario junto con su madre y no podían salir.
Al agua, patos
Y es que al parecer alrededor de esa zona hay mucha vegetación y viven varias familias de patos, una de las cuales decidió investigar la zona. Tenían calor e hicieron un homenaje al dicho de "¡Al agua, patos!", pero cuando se aburrieron y quisieron salir, los once patitos no podían porque el bordillo de la piscina era muy alto, mientras que la madre sí logró salir por sus propias patas.
Hasta que acudió la Patrulla Verde los polluelos vivieron varios momentos angustiosos, ya que al tratar de salir del agua se metieron por zonas peligrosas como el hueco del filtro de la piscina. Así que cuando los agentes llegaron trataron de no asustarles y con trozos de corcho, que utilizan los niños y niñas para nadar en la piscina, sacaron a las crías del agua. Para ello pusieron el corcho en forma de rampa y trataron de que la madre pato guiara a sus polluelos hacia la salida a través de la rampa.
