Desde que se decretó el estado de alarma para contener la pandemia del coronavirus hemos podido conocer muchos casos de personas que se saltaban el confinamiento, por lo que la Policía ha tenido que interveir y poner multas. Sin embargo, es algunos casos también se han dado verdaderos abusos por parte de las autoridades.
Es el caso de un transportista de Torrelavega, en Cantabria, que ha sido multado con 1.500 euros por aparcar mal la furgoneta de reparto en línea amarilla durante dos minutos para entregar un envío antes de dirigirse al hospital para entregar el material sanitario que llevaba.
En el vídeo, grabado por un vecino desde una ventana, se puede ver cómo el repartidor, en un primer momento, se pone nervioso. "Multadme, eso que siempre hacéis", le espeta. Pero después intenta explicarles que tenía mucha prisa, que sólo había parado un momento a dejar dos paquetes, y que se dirigía corriendo al hospital, para entregar material sanitario de protección contra el coronavirus.
De nada sirvió que el trabajador incluso les abriera la puerta de su furgoneta para que vieran que efectivamente llevaba material sanitario. El agente que le multó llamó a una patrulla para que detuviesen al transportista, pero sus compañeros agentes, viendo la situación, trataron de tranquilizarlo debido al estado de nervios en el que se encontraba. Finalmente, le dejaron marcharse.
El transportista se explica
La grabación del enfrentamiento policial y el abuso del agente no tardó en hacerse viral por lo que el transportista multado ha decidido explicarse a través de las redes sociales. "Con toda esta situación que estamos viviendo, los mensajeros estamos hasta arriba de trabajo", comienza.
"Paro justo en frente de la empresa para ganar algo de tiempo, no tardo en dejar dos paquetes, y al salir en cuestión de unos segundos, fuera ya me estaba esperando un policía municipal. Le explico que voy con mucha prisa porque me dirijo al hospital para descargar mercancía, le abro la puerta y se la enseño, pero le da igual y dice que me va a multar", relata indignado.
Reconoce que debido a la situación, perdió los papeles e insultó al agente, por lo que se disculpa, pero explica que está "trabajando bajo presión" debido a la crisis del coronavirus y que pagar 1.500 euros de multa le supondría "la ruina".