Lo de las orgías parece que se ha convertido en una verdadera moda en Bélgica. Celebrar fiestas sexuales no es el problema, que cada uno puede disfrutar de su sexualidad como más le plazca, y nunca mejor dicho, lo problemático es cuando estos encuentros tienen lugar de manera ilegal en mitad de una pandemia que suma millones de contagiados y muertos.
Después del escándalo desatado a finales de noviembre cuando la policía belga interrumpió una orgía con 25 hombres en Bruselas, en la que se encontraba un eurodiputado húngaro ultraconservador que presentó su dimisión tras el caso, las autoridades han reforzado la vigilancia para impedir que se sigan celebrando estas fiestas en las que no se respeta la distancia de seguridad, se reúnen más personas de las permitidas y no se usa la mascarilla.
Tan solo una semana después del caso del exeurodiptado, las autoridades han interrumpido otra orgía ilegal en la que no se respetaban las restricciones impuestas por el coronavirus. Esta se celebraba en la localidad de Paal, en el este del país, y participaban diez personas, según recoge el diario DH.
La policía fue alertada de que se celebraba una fiesta el pasado viernes 4 de diciembre, personándose en el lugar en torno a las 21:30 hora local, encontrándose con que se trataba de una sesión de sexo en grupo. Los asistentes no abrieron la puerta, por lo que los bomberos tuvieron que intervenir para forzar la entrada.
Aunque esta vez ningún participante trató de huir por una cañería como hizo el exeurodiputado József Szájer, uno sí que trató de esconderse en un armario para no ser identificado por los agentes, que sancionaron a cada asistentes con 250 euros de multa mientras que una mujer fue detenida por negarse a cooperar con la policía.
El escándalo de József Szájer
La orgía en la que participo el exeurodiputado József Szájer adquirió mayor relevancia por su puesto político y por ser uno de los miembros fundadores de Fidesz, el partido ultranacionalista de derechas del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que está bloqueando el fondo de recuperación europeo de 750.000 millones. Formación que, además se opone a abiertamente a la igualdad de derechos para las personas LGTBI, lo que no impidió a Szájer participar en una orgía gay.
El anfitrión de esta fiesta ha concedido varias entrevistas en las que ha asegurado que suele organizarlas a través de una aplicación y que suelen contar con hasta cien asistentes. Además, ha reconocido que, si bien era la primera vez que asistía Szájer, suelen acudir políticos de diferentes países. "Políticos de Ucrania, Francia, Alemania, los Países Bajos, Luxemburgo, Suiza y España vienen para las orgías", detalló. "Siempre viene gente de la comunidad diplomática de diferentes países cuyos gobiernos no les permiten ser libres", apuntó.
En el caso del húngaro, cuando la policía interrumpió trató de escapar por una cañería, pero finalmente fue atrapado, momento en el que apeló a su inmunidad parlamentaria. Además, en su mochila se encontró una pastilla de éxtasis, aunque él ha asegurado que no era suya y que no se drogó. El escándalo se saldó con su dimisión.
