Cuando hablamos de parafilias ya no hay nada que nos extrañe. Hace poco informábamos del nuevo fetiche de moda: envolverse en periódicos mientras se mantienen relaciones sexuales. Después de esto, poco nos quedaba ya por ver, de hecho otros gustos como la podofília (sentir atracción sexual por los pies) nos parecen hasta comunes. El problema es que este tipo de inclinaciones sexuales ha ido más allá y ahora hay delincuentes sexuales que utilizan a sus víctimas para dar vida a sus fantasias más extrañas.
Este es el caso de un delincuente sexual detenido en Japón. Akira Nishiyama, más conocido como 'el lamedor de pies' ha sido detenido por las fuerzas de seguridad del país acusado de agredir sexualmente a una mujer.
El hombre llevaba en busca y captura desde el 23 de julio, despues de que una joven interpusiera una denuncia por agresión sexual ante la justicia. Según el relato de la víctima, un varón de mediana edad se acercó a ella en un aparcamiento para pedirle ayuda con su vehículo. La mujer accedió a sentarse en el asiento del coche para comprobar los pedales , cuando el hombre le quitó uno de sus zapatos y comenzó a lamerle la planta de los pies. La joven quedó paralizada ante la estrámbotica escena, y temerosa de que pudiera agredirla esperó a que el delincuente se marchara por propia voluntad, alargándose la escena una media hora.
Sin embargo, la víctima pudo reaccionar a medias ante la agresión y grabó la escena con su smarthphone. También tuvo la agilidad de apuntar la matrícula del individuo mientras el hombre se alejaba en él, lo que ha servido a la policía para localizar al delincuente.
El detenido es un agresor en serie
Según informa la Prefactura de Kioto, podemos estar ante un delincuente en serie, ya que existen denuncias previas con relatos similares. Según el registro policial se han registrado seis casos similares en la zona de Fushimi desde 2012.
Además, existe un patrón entre las víctimas: mujeres jóvenes, rondando la veintena. Ahora, pueden estar seguras, ya que parece que la policía ha dado con el culpable.
Mientras, el detenido ha negado los hechos, afirmando que no recuerda ninguno de los delitos de los que se le acusa.