La imagen de una agente de Policía amamantando un bebé abandonado en la localidad de Quilmes (Argentina) ha dado la vuelta al mundo en cuestión de días. La mujer tomó la decisión 'in extremis' para salvar la vida del pequeño, que posteriormente fue ingresado en el hospital de Iriarte.
Todo comenzó cuando una vecina que caminaba por la calle encontró un bebé envuelto en una manta rosa a la puerta del jardín de la Iglesia de Don Bosco. Junto a ella, habían abandonado una bolsa con pañales y otros artículos de primera necesidad para el cuidado del recién nacido.
Fue en ese momento cuando la mujer decidió llamar la Policía. Hasta allí se desplazó una agente, que precisó de refuerzos y llamó a una ambulancia para proteger la vida del bebé.
En mitad de la mencionada espera, la mujer decidió comenzar a amamantar al bebé tras cambiar sus pañales. Al parecer, se encontraba en muy mal estado derivado de su abandono, y la agente intentó por todos los medios que no pereciese.
Los expertos recuerdan que este gesto implica sus riesgos, ya que el pequeño pudo haber transmitido infecciones graves como la Hepatitis B o el VIH a través de la lactancia. Por ello, los médicos recomiendan únicamente amamantar a los propios bebés y utilizar biberones para el resto.
Ingresado en el hospital
Tras su ingreso en el hospital, los médicos determinaron que su vida no corría peligro y finalmente fue dado de alta. La custodia del menor ha pasado al Servicio Zonal de Menores de Quilmes, donde se decidirá un lugar para su alojamiento hasta que se encuentre una persona dispuesta a cuidarlo.
La Policía continúa investigando para esclarecer las circunstancias en las que se abandonó al pequeño, conocer su identidad y localizar a la madre, a quien se le podría imputar un delito de abandono.
