Decía Malcolm X que los medios de comunicación son "la entidad más poderosa de la Tierra" porque "controlan la mente de las masas". Y razón no le faltaba al activista por los derechos de los negros, pues la prensa, televisión y, hoy, internet, han demostrado ser capaces incluso de hacer caer gobiernos enteros. Y precisamente por ello, a lo largo de la historia, estos gobiernos han tratado de tener a los mass media lo más cerca posible, tratando de ganarse una buena opinión por parte de éstos, haciendo que "ames al opresor y odies al oprimido", como rezaba el orador esadounidense.
Una de las formas que ha encontrado el poder político de ganarse el favor del poder mediático ha sido la radiotelevisión pública: Si tú controlas los medios, no necesitas caer en gracia a nadie. Y, de esta forma, y en diversos países del planeta, determinados gobiernos han puesto bajo su poder precisamente a aquellos medios que se crearon con la idea de ser ejemplo de objetividad, al margen de los intereses lobbistas de las empresas radiotelevisivas.
En España, tenemos un ejemplo de mala praxis en la gestión de un ente radiotelevisivo público, como es RTVE, que ha sido denostado en los años de gobierno del PP. Hace poco, en Público se publicó cómo había manipulado la televisión española en los últimos años. Pero es que la manipulación es tan sólo la punta del iceberg de una televisión pública envuelta constantemente en polémica.
1 Sospechosos cambios de cara
"Me destituyen por hacer periodismo", declaró rotundamente Ana Pastor en 2012 cuando se conoció la decisión de TVE de prescindir de ella, poco después de la victoria del PP en las elecciones generales, tras tres años presentando 'Los Desayunos'. Pero la polémica había arrancado nada más vencer el PP en las urnas un año atrás: El anterior presidente de RTVE acababa de dimitir y el Partido Popular, para controlar el ente público, decidió cargarse la ley de Zapatero que obligaba a conseguir el consenso de dos terceras partes del Congreso para elegir al director de la radiotelevisión pública. De esta forma, la mayoría absoluta del PP podía ejercer de apisonadora e imponer un nuevo presidente, del gusto de los conservadores. Y de aquellos polvos, estos lodos.
Leopoldo González-Echenique se ponía al mando, y las cabezas comenzaron a rodar: A Pastor se le unieron compañeros suyos como Juan Ramón Lucas, Toni Garrido y Pepa Fernández, columnas vertebrales en aquel entonces de RNE, o Fran Llorente, que fue sustituido como director de Informativos por Julio Somoano. En los años al frente de los informativos de la televisión pública, Somoano despertó multitud de críticas por censura y manipulación, hasta tal punto que 1.500 trabajadores de TVE firmaron un manifiesto denunciando precisamente esto. Aunque la redacción de los informativos ya había dado una fría bienvenida a Somoano, rechazando el 70% de los miembros de ésta su elección al poco de tomar el mando.
Tras unos encontronazos de Echenique con el Ejecutivo -especialmente con Montoro-, éste fue apartado de la dirección de RTVE (demostrando, una vez más, la alargada mano del gobierno dentro de una televisión altamente condicionada por el poder político) en favor de José Antonio Sánchez Domínguez, quien había hecho un tour previo por varios medios conservadores de España, como ABC, La Razón o Cope. De hecho, ya había sido Director General de RTVE a propuesta del propio Partido Popular, en un periodo de enormes críticas en donde el PSOE llegó a exigir su dimisión por infringir el artículo 20 de la Constitución Española (que garantiza el derecho a la información).
2 Desplome de audiencia
A la llegada de Rajoy a Moncloa, en diciembre de 2011, La 1 de TVE era líder de share en España, con un 14,7% de media, ligeramente por encima de Telecinco. En enero de 2010 habían rozado el 19% de media, y tan sólo la cadena principal de Mediaset podía hacerle competencia. Pero desde entonces, el desplome fue meteórico, hasta llegar a una situación verdaderamente agónica.
En septiembre de 2012, La 1 ya era la tercera cadena con mayor audiencia -2,6 puntos por detrás de Telecinco y tras haber sido superada por primera vez en 4 años por Antena 3-. Desde entones, no escalaría posiciones, sino que se distanciaría aún más de las dos cadenas líderes: En junio del pasado año, Telecinco superaba el 17% de cuota de pantalla, Antena 3 llegaba al 12%, y La 1 apenas rascaba un 9,5%, más cerca ya de laSexta, cuarta en la pugna, que de la segunda clasificada.
3 Manipulación
Como describíamos al comienzo del artículo, la manipulación y la censura, denunciadas por los propios trabajadores de la compañía, ha sido la forma de trabajar en RTVE los últimos años. Posiblemente a ello se debió el fichaje de Álvaro Zancajo como director del Canal 24 Horas, no mucho tiempo después de ser protagonista, junto con su excompañera en Antena 3, Sandra Golpe, por la ya célebre frase "nos van a dar pero bien". Preesentaban en la cadena de Atresmedia un verdadero ejercicio de filigranas propias del Circo del Sol -por no decir de manipulación periodística- para relacionar a Podemos, la CUP, Nicolás Maduro y ETA. Y Zancajo tardó apenas unos días en confirmar lo que se presuponía, levantando la primera polémica bajo su mandato, al excluir a los familiares del Yak 42 no emitiendo la rueda de prensa de éstos tras su reunión con Cospedal.
También sorprendió, por la dureza del dato, que en el mes de mayo de 2016 se dedicó más del doble del tiempo en los informativos de La 1 a hablar de Venezuela (71 minutos) que del paro en España (31 minutos). Por su parte, la corrupción ocupó el 3% del tiempo, y se habló 8 veces más del PP y 6,6 veces más del PSOE que de Podemos. De hecho, incluso Ciudadanos ocupó más del doble de tiempo que el partido morado, pese a haber cosechado unos resultados electorales notablemente inferiores.
Sin embargo, y por más casos que presentemos, no seríamos capaces de definir la situación que se vive en RTVE como hizo el director de la radiotelevisión española en Murcia: "La información la doy como yo quiero, yo elijo los totales, me llaman cabrón y lo voy a ser". ¿Queda claro?
4 Recortes
Mariano Rajoy, en la campaña de 2011, dijo que quería una televisión pública como la británica. Y es que la BBC es el ejemplo de gestión eficiente de una cadena pública de calidad, independiente, y que sirve de referente en su país.
Sin embargo, tras tomar posesión de su cargo, Rajoy olvidó sus pretensiones (o, al menos, ignoró cómo lo estaban llevando a cabo en Reino Unido). Y es que, si en las islas el presupuesto per cápita destinado a la televisión pública en 2014 fue de 113 euros (por encima de la media comunitaria), España apenas destinó 39 euros por cabeza a TVE, tras el mayor recorte en esta partida de toda la UE después de Grecia (un tijeretazo del 35,3%). Estos recortes, además de por los propios trabajadores de la casa, han sido duramente criticados por entidades públicas como el SEPI, aunque el PP hace oídos sordos a las críticas. Aunque, a la vista de lo que ocurre cuando responden, casi agradecemos el silencio. Sólo queda recordar lo que dijo Cristóbal Montoro en 2012 al ser preguntado acerca de esto, precisamente, en RNE: "RTVE no tiene por qué ser competitiva", y los trabajadores de RTVE "no tienen por qué cobrar igual o más que en la privada".
5 Bochorno internacional
No sólo en España se ha alzado la voz contra esta deriva partidista y de secuestro de los medios públicos por parte del gobierno del PP, sino que la indignación se ha exportado más allá de nuestras fronteras, a ONGs o incluso medios de comunicación privados.
Ejemplos de lo primero son Reporteros Sin Fronteras (RSF), que denunció el "control político de TVE" por parte del Partido Popular; por su parte, medios como el francés Le Monde han criticado los cambios de "tinte político" de la radiotelevisión española, una situación ya percibida como "normal" en nuestro país.