Las organizaciones Hazte Oír y Abogados Cristianos han anunciado que presentarán denuncias contra José Pablo López, presidente de RTVE; la presentadora Laura Yustres 'Lalachus'; y David Broncano.
Los acusan de un presunto delito de odio y otro contra los sentimientos religiosos por incluir, durante la retransmisión, una imagen del Sagrado Corazón de Jesús con la cabeza de la vaquilla del programa Grand Prix.
Ambas organizaciones basan su denuncia en el artículo 525 del Código Penal, que sanciona el escarnio público hacia las creencias religiosas con la intención de ofender.
????????NOTA DE PRENSA
Hazte Oír denunciará a Lala Chus, al presentador que la acompañaba, David Broncano, y al presidente de RTVE, José Pablo López, por la comisión de un delito contra los sentimientos religiosos del art. 525 CP.
En este artículo, el Código Penal castiga a quien...— HazteOir.org (@hazteoir) January 1, 2025
En un comunicado difundido en redes sociales, Miguel Tomás, portavoz de Hazte Oír, calificó el acto como "una muestra más de la tendencia creciente a trivializar y menospreciar las convicciones religiosas de los cristianos".
Tomás también criticó que este tipo de contenido sea emitido en una televisión pública financiada por todos los contribuyentes, afirmando que socava los principios de respeto y tolerancia.
Por su parte, Abogados Cristianos expresó su rechazo tajante a la representación, considerándola una "burla clara y vejatoria" hacia los símbolos y creencias del catolicismo. Según esta organización, la emisión denota un desprecio hacia los valores religiosos que no debería tener cabida en un medio de comunicación público.
La estampa inapropiada
La Conferencia Episcopal Española también se sumó a las críticas. Su presidente, monseñor Luis Argüello, manifestó su pesar por el uso de un símbolo tan representativo del catolicismo en un contexto humorístico que considera inapropiado.
A través de la red social X, expresó: "Es triste que, bajo la coartada de la libertad de expresión, TVE se burle de un símbolo tan querido por los católicos".
El incidente ha reavivado el debate sobre los límites de la libertad de expresión en medios públicos y el respeto hacia las convicciones religiosas. Mientras tanto, los denunciantes insisten en que este tipo de actos no deben normalizarse en una sociedad que aspira a ser inclusiva y respetuosa con todas las creencias.