La pelota estaba en el tejado de Podemos y del PP, y ha tardado poco en quedarse sola sobre el de los populares. Íñigo Errejón ha dado una rueda de prensa pocas horas después de la firma del pacto entre PSOE y Ciudadanos para anunciar que rompen las negociaciones con Pedro Sánchez hasta, al menos, después de la votación de investidura.
Desde Podemos consideran que el acuerdo entre los partidos de Sánchez y Rivera es incompatible con su filosofía. No solo eso, sino que creen que fue concebido desde el principio para ser apoyado por el PP. Entre las medidas que no han gustado en el partido morado se encuentra el hecho de que el pacto no deroga la ley mordaza ni la reforma laboral de la legislatura de Rajoy. A su juicio, el acuerdo no mejora la precariedad laboral, ya que abarata el despedido y afianza la temporalidad.
Del mismo modo, consideran que la independencia catalana no es el principal obstáculo entre socialistas y morados, sino la política económica, ya que, para su sorpresa, rara vez eran preguntados en sus reuniones sobre este ámbito. El motivo, creen al ver el acuerdo, es que no había ninguna posibilidad en que se pusiesen de acuerdo.
"Se ha presentado un acuerdo pensado para el apoyo del PP, como ha reconocido Ciudadanos", ha comentado el secretario ante la prensa, para continuar rechazándolo por completo: "el cambio no es solo sacar a Rajoy del Gobierno, es también sacar sus políticas".
Consideran también que ellos han intentado que se produzca un acuerdo hasta el final y que han llegado a pecar de "ingenuos", pues mientras se reunían con el PSOE ya se estaba redactando un acuerdo tajantemente opuesto a sus principios.
Errejón ha confirmado que la decisión ha sido consultada con sus confluencias, Compromís y En Comú, así como el cuarto eje, IU, y todos se muestran conformes. Garzón ya se había manifestado antes en Twitter en contra del acuerdo, justo tras las ruedas de prensa de Rivera y Sánchez.
La mano de Podemos sigue tendida a Pedro Sánchez
El partido morado, eso sí, aclara que la mano sigue tendida al PSOE, siempre y cuando rechacen el pacto firmado con Ciudadanos. Sánchez había declarado justo tras la firma que el acuerdo sería para largo, no solo para la investidura, sino también para la legislatura. De hecho, no ha anunciado el final del pacto incluso aunque se celebrasen nuevas elecciones.
Errejón, no obstante, se ha mostrado confiado en que, si la investidura fuera fallida, el PSOE abandonará ese pacto. Será entonces cuando en Podemos se muestren dispuestos a retomar las conversaciones para conseguir un gobierno 'del cambio'. Por tanto, están abiertos a juntar fuerzas antes de que sea necesario convocar nuevas elecciones.
La votación de investidura se presenta difícil para Sánchez y, aunque estaban dispuestos a negociar hasta el final la colaboración con otros partidos, su única alternativa ahora es apelar a la abstención del PP. ¿Apoyará Rajoy a aquel al que no le quiso dar la mano por haberle llamado 'indecente' con tal de bloquear el camino a Podemos definitivamente?