La alcaldesa de Gijón, Ana González, se ha ratificado en su decisión de no prorrogar la concesión de la plaza de toros de El Bibio y de poner fin a la Feria Taurina de Begoña, para dedicar el coso a conciertos y actuaciones musicales.
La regidora ha recordado que la decisión de no sacar la concesión para organizar la feria taurina de Begoña no supone la prohibición de las corridas de toros en la ciudad, "pero hemos decidido utilizar la plaza de toros para otras cosas".
"La plaza de toros es un equipamiento municipal, por lo que el Ayuntamiento decide los usos que va a tener y el contrato ha acabado y no está vigente", ha expresado González ante los medios en la Feria Internacional de Muestras de Asturias (Fidma), donde también ha reiterado que cada vez más gijoneses son contrarios a las corridas de toros.
"Decidí que no tenía ningún sentido seguir con una fiesta muy discutida en nuestra ciudad. Además se estaba utilizando eso para inculcar otra serie de cosas: insultar al feminismo y a los inmigrantes", ha afirmado, apuntando a la polémica desatada en la Feria Taurina de Begoña por el nombre de dos toros.
Feminista y Nigeriano
Durante la celebración de esta feria taurina, durante la jornada del pasado 15 de agosto, Morante de la Puebla, El Juli y Daniel Luque, torturaron y dieron muerte a seis toros de la ganadería de Daniel Ruiz, dos de los cuales tenían el nombre de Nigeriano y un tercero se llamaba Feminista.
Resulta, cuanto menos, llamativo que alguien bautice con esos nombres a animales que van a morir en una plaza ante cientos de personas que pagan por ver el sangriento espectáculo.
Los defensores de la tauromaquia justifican este hecho asegurando que es una tradición que los nombres se hereden pues los criadores bautizan con el mismo nombre de la vaca a sus crías. La alcaldesa de Gijón, sin embargo, ha rechazado esta explicación: "Mi tía Gervasia se llamaba Gervasia y ninguno nos hemos seguido llamado Gervasia". "Eso no es importante, los tiempos y las sensibilidades cambian, el mundo avanza y estamos en el siglo XXI", ha añadido, reafirmándose en sus palabras cuando anunció que no ampliaría la concesión: "Una ciudad que cree en la igualdad de mujeres y hombres, que cree en la integración, en las puertas abiertas a todo el mundo no puede permitir este tipo de cosas".