Con la ambiciosa reforma de la Plaza de España de Madrid, el objetivo era convertirla en un espacio más amable y funcional para el ciudadano. Sin embargo, aquella idea del Ayuntamiento de Manuela Carmena ha cambiado radicalmente con la gestión del espacio público en manos del Gobierno de José Luis Martínez-Almeida.
Los 4.000 metros cuadrados de la explanada circular de la céntrica plaza ha acabado convirtiéndose en un espacio de diferentes ferias y festivales que provocan que más de la mitad del año el espacio esté alquilados a empresas privadas, tal y como apunta El Diario.
Después de su inauguración en noviembre de 2021, para aprovechar el periodo navideño se instaló una pista de hielo y 53 casetas que albergaban tiendas, bares y restaurantes. Después llegó el Festival de Verano, con pantalla de cine al aire libre. Y en estos días se desarrolla la feria de La Hispanoamericana, con 60 puestos. En noviembre volverá La Navideña, mientras que para 2023 ya está confirmado un festival cervantino y otro por San Isidro.
Teniendo en cuenta los días que estos eventos han estado instalados, la Plaza de España cuenta con 168 días de ocupación en un año, a los que habría que sumar los siete días de montaje de los que gozan las ferias y cinco días de desmontaje.
Licitaciones públicas
Desde el Ayuntamiento de Madrid explican que la reapertura de Plaza de España motivó la llegada de "numerosas solicitudes de promotores privados para instalar ahí distintos eventos de mayor o menor duración". Es por esto, aseguran, que para "evitar la discrecionalidad y regularlo de una manera más objetiva", el consistorio decidió sacar varias licitaciones públicas.
Para la Feria de Navidad del año pasado, se entregó a la empresa Forter Unicorp por 56.723,78 euros, misma empresa que ha explorado el Festival de Verano. Se reconoce qué empresa está a cargo de La Hispanoamericana. Teniendo en cuenta que las adjudicaciones son renovables durante cuatro años, la ocupación de Plaza de España podría alargarse hasta 2025.