Drama cripto. La plataforma de criptomonedas FTX se ha declarado oficialmente en bancarrota y ha solicitado acogerse a la ley de quiebras estadounidense. A través de un comunicado, la compañía ha anunciado la dimisión de su fundador y máximo responsable, Sam Bankman-Fried.
En dicho anuncio se especifica que FTX, Alameda Research y otras 130 compañías afiliadas han hecho la solicitud pertinente. Acogerse al capítulo 11 de la ley implica que la compañía va a intentar reestructurarse y cumplir con sus obligaciones. "FTX tiene activos valiosos que tienen que ser debidamente administrados", explica el nuevo CEO, John J. Ray III.
Esta decisión confirma el colapso total de esta plataforma, una de las más importantes del sector, que llegó a estar valorada en 32.000 millones de dólares. En los últimos días, las dudas sobre la solvencia de la compañía se dispararon por varias informaciones, lo que llevó a muchos usuarios a apresurarse a retirar su dinero, dejando a FTX sin liquidez y en busca de un rescate.
Paralelamente, los reguladores están investigando Sam Bankman-Fried y sus negocios y han solicitado que se bloqueen todos los fondos de la compañía para poder rastrear sus movimientos. Así, las autoridades de Japón, Australia o Bahamas, donde está la sede de FTX, han tomado esas medidas y estudian las posibles prácticas delictivas del empresario.
Agujero financiero de 8.000 millones de dólares
La situación de FTX se complicó aún más el pasado miércoles 9 e noviembre, cuando Binance -la principal plataforma de intercambio de monedas del mundo- anunció que retiraba la oferta de compra que había anunciado un día antes, cuando se había ofrecido a acudir en apoyo de su rival. "Nuestra intención en un principio fue la de apoyar a los clientes de FTX en su búsqueda de liquidez, pero el asunto escapa a nuestro control y nuestra capacidad de ayuda", señaló Binance en un comunicado.
El movimiento provocó un nuevo desplome del FTT, el activo digital de FTX, y fuertes caídas en todo el mercado de criptomonedas. Finalmente Bankman-Fried pidió disculpas y admitió que cometió errores a la hora de calcular los niveles de liquidez que eran necesarios, así como a la hora de dar explicaciones sobre la situación de la plataforma una vez que se desató la crisis.
El multimillonario de 30 años dijo entonces estar haciendo todo lo posible para obtener liquidez y evitar una quiebra que finalmente se ha materializado con un agujero financiero que se estima en unos 8.000 millones de dólares.
Mientras tanto, han ido saliendo a la luz numerosos detalles sobre el funcionamiento de la plataforma, entre ellos el hecho de que FTX usó miles de millones de dólares depositados por sus clientes para financiar arriesgadas inversiones. FTX, según infirma The Wall Street Journal, prestó el dinero a su firma de inversiones, Alameda Research, que lo usó en agresivas operaciones y que ahora debe a la plataforma unos 10.000 millones de dólares.