Fue el pasado 18 de junio de 2018 cuando Iñaki Urdangarín ingresó en la cárcel de Brieva para cumplir la sentencia que le condenó a 5 años y 10 meses de prisión por el caso Nóos. A principios de este mes de septiembre, el juez de Vigilancia Penitenciaria 1 de Castilla y León aceptó el recurso interpuesto por el que fuera duque de Palma en el que pedía pasar del segundo al tercer grado, lo que le permitiría pasar a un régimen de semilibertad.
Sin embargo, la Fiscalía de Valladolid se ha opuesto a ello. Según su escrito, por la "ajustada mayoría" con la que la Junta de Tratamiento Penitenciario de la cárcel de Brieva adoptó ese cambio de regimen: "Denota una evolución favorable pero entendemos que no suficiente para su progresión".
Se recuerda, además, que "no ha cumplido todavía la mitad de su condena" por lo que solo está facultado para recibir permisos de salida ordinarios, como los que le hemos visto disfrutar hasta la fecha. La Fiscalía tampoco ven claro el que no vaya a reincidir aunque destacan que por la tipología delictiva que fue condenado su pronóstico es medio-bajo y consideran que las salidas terapéuticas (las que realiza para hacer voluntariado en el Centro Hogar Don Orione) compensan las especiales circunstancias de su condena.
El marido de la infanta Cristina, por tanto, tendría que esperar a mayo de 2021, fecha en la que habrán pasado 35 meses desde que ingresó en el centro penitenciario de Brieva y por tanto habría cumplido la mitad de su condena. ¿Qué será entonces de Iñaki Urdangarín?
Favores del jeque
Una de las posibilidades más sólidas es que se traslade a Abu Dabi, lugar en el que se encuentra el emérito rey Juan Carlos desde que anunciara su marcha de España tras sus escándalos.
Según relata la periodista Pilar Eyre en su blog de Lecturas, el jeque de Abu Dabi, Hamed Bin Ahmed, a petición de propio rey Juan Carlos, alquiló la casa de Barcelona por 432.000 euros mientras el matrimonio Urdangarín-Borbón se encontraba en Washington.
Por aquel entonces, el abogado de Urdangarín declaraba que esta desorbitada cantidad le era necesaria a la familia para hacer frente a los gastos de la hipoteca. La infanta agradeció el favor al jeque acudiendo al gran premio de Fórmula 1 de Abu Dabi, donde coincidió también con Corinna Larsen.
Después de alquilar aquel piso que nunca ocupó,el jeque podría hacerle otro favor a Urdangarín a petición del patriarca de los Borbones, contratandolo como coach para una de sus empresas. En caso de que la idea salga adelante, según narra Eyre, la infanta Cristina podría acompañarlo en su nueva vida en el Golfo Pérsico, donde se reunirían con con el repudiado emérito.
