Por orden de la Audiencia Nacional, Jordi Sànchez, presidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y número dos de Junts per Catalunya, se encuentra encarcelado de manera preventiva en la madrileña prisión Soto del Real. Allí permanece detenido en una estancia que ha tenido que ser aislada tras detectar una plaga de chinches, tal y como han asegurado fuentes penitenciarias a OKDIARIO.
La falta de higiene parece ser el principal motivo que ha causado que las celdas afectadas se encuentren en cuarentena hasta que estén completamente desinfectadas. Jordi Sànchez se ha librado puesto que su celda ha sido una de las pocas que no se han visto afectadas, pero muchos de sus compañeros de módulo han tenido que ser trasladados hasta que el problema sea solventado y puedan garantizar que la plaga ha sido eliminada.
Junto con la sarna y los piojos, las propias fuentes penitenciarias han explicado que se trata de un caso muy común debido a las malas condiciones de higiene de los presos. No obstante, para tratar este asunto siguen un protocolo que consiste en aislar las celdas afectadas y con todas las pertenencias y ropa del encarcelado dentro proceden a desinfectar el habitáculo. La celda de Sànchez será revisada en unos días para comprobar que no sufre el mismo problema debido a la proximidad con otras que sí estaban infectadas.
Las quejas y peticiones de Jordi Sànchez
Por su parte, Jordi Sànchez escribía una carta desde prisión que fue publicada en el periódico Ara, donde explicaba que no iban a rendirse y que su propósito seguía en marcha a pesar de encontrarse encarcelado. "El independentismo hallará nuevos caminos para seguir avanzando. No hay manera de contener la voluntad de un país", aseguraba de su puño y letra.
Además, Sànchez quiso aprovechar la misiva para quejarse de las frías temperaturas en las celdas, explicando que no tienen radiadores, que las paredes son de un "triste y frío hormigón" y que la calefacción únicamente funciona en las zonas habilitadas para recibir las visitas de los familiares y abogados, pero que en los módulos en los que se encuentran los presos no llega dicha calefacción.
Asimismo, a pesar del frío de la cárcel, quiso dejar constancia de que estaba recibiendo todo el calor y apoyo de la población. "El gran contraste con la gélida prisión, el contrapunto que me hace seguir con fuerzas y buen ánimo, es el calor que me llega desde tantas plazas, calles y balcones de nuestro país. Un calor en forma de cartas y miles de palabras y tantas imágenes que muy a menudo me emocionan y siempre agradezco".