La economía española mantuvo su progresivo crecimiento en el cuarto trimestre de 2017, según los datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística. El PIB subió un 0,7%, una décima menos que el anterior trimestre.
De hecho, a pesar del crecimiento, el dato es el peor de todo el año, que mantuvo en los otros tres trimestres del año cifras entre el 0,8 y el 0,9%. También en la tasa anual el dato es inferior al de sus precedentes. En total, el PIB de 2017 ha aumentado un 3,1%, por detrás del 3,3% que creció en 2016, y del 3,4% en 2015.
No obstante, por tercer año consecutivo se rebasa el 3%, un hecho significativo teniendo en cuenta el 1,4% de 2014, o el crecimiento negativo (-1,7%) que experimentó el Producto Interior Bruto en 2013.
El Banco de España culpa a Cataluña de la ralentización
La tendencia a la baja parece que se va a agudizar los próximos dos años, según las previsiones del Banco de España. Se espera un crecimiento en 2018 en torno al 2,4 o 2,5%, mientras que el de 2019 no superará el 2,1 o 2,2%, según las primeras impresiones.
El Banco de España señala a Cataluña como culpable de esta desaceleración. Según esta institución, el conflicto catalán repercute negativamente en el consumo y turismo, y arrastra de paso el crecimiento de todo el país: "En la esfera interna, persiste la incertidumbre sobre Cataluña. La incidencia final de este elemento de riesgo para el conjunto de la economía española dependerá de la magnitud y persistencia de las tensiones. Un hipotético rebrote de las tensiones en los próximos meses podría llevar a un impacto más pronunciado sobre las decisiones de gasto de los agentes privados".