La noticia de que habían inventado una inyección anticonceptiva efectiva para hombres nos hizo plantearnos que quizá las mujeres no serían las únicas en preocuparse por no quedarse embarazadas. Sin embargo, el estudio que estaba llevando a cabo los experimentos ha sido paralizado, después de que 20 de los 320 hombres que participaban en él hayan declarado que los efectos secundarios son 'intolerables', informa The Independent.
Entre estos efectos, se encontraban depresión, dolor muscular, cambios de humor, acné y cambios en la libido. Estos efectos secundarios resultan familiares porque son los mismos que tiene la píldora que millones de mujeres toman a diario. Por eso, cientos de usuarios en las redes sociales han protestado porque se haga un mayor esfuerzo por encontrar una solución para los desagradables efectos cuando los sufren hombres que cuando los sufren mujeres.
Entre los efectos secundarios que provoca la píldora anticonceptiva femenina se encuentran el riesgo de trombosis (que puede ser letal) o de cáncer de mama. También hay efectos menos graves, pero muy molestos, como el sangrado intermenstrual, el aumento de sensibilidad en los pechos o dolores de cabeza y náuseas. La respuesta a ello por parte de los organismos reguladores de su consumo es que "los beneficios son mayores que los riesgos". Puede que esto sea cierto, pero ha hecho reflexionar sobre por qué esta respuesta no se les da a los hombres que protestan por los efectos secundarios.
La controversia no nace de que haya hombres que hayan decidido abandonar el estudio, sino de que este se haya paralizado por unos efectos secundarios que no son significativamente más graves ni más comunes que los que sufren las mujeres que toman la píldora. Parece que, de momento, las mujeres serán las que tengan que seguir preocupándose porque no se produzcan embarazos no deseados.
Las alternativas a la píldora femenina no son mucho mejores
Las mujeres cuentan con más métodos anticonceptivos hormonales, además de la píldora clásica (la píldora combinada), pero ninguno está exento de efectos secundarios. Por ejemplo, la mini-píldora, que tiene menos estrógeno, reduce los efectos de la píldora combinada, pero puede provocar sangrado intermenstrual o que directamente no haya sangrado, lo que es especialmente molesto si se está tratando de prevenir un embarazo no deseado.
Por otro lado, también está la inyección anticonceptiva, que en esencia es similar a la píldora combinada, con la diferencia de que las hormonas son inyectadas de golpe, una vez al mes o una vez cada tres meses. El principal problema de este método es que, una vez aplicado, no es reversible, por lo que la mujer tiene que aguantar los efectos durante al menos un mes.
Otro método es el implante anticonceptivo, que tiene efectos similares a la píldora combinada, con el inconveniente añadido de que se tiene un trozo de metal del tamaño de una cerilla incrustado en el brazo.
Estos son solo algunos de los métodos anticonceptivos para mujeres, y hay muchos más. Pero a día de hoy no existe ninguno que no tenga efectos secundarios sobre el cuerpo de las mujeres que los utilizan.