Sin duda, Pilar Rahola es lo que se podria considerar una 'independentista de pata negra'. La periodista y exdiputada de ERC en el Congreso no se suma a la larga lista de conversos que actualmente dirigen las filas de la etapa postconvergente porque ya defendía la salida de Cataluña cuando el movimiento apenas acaparaba un 10% de la población.
En la actualidad, Rahola mantiene su misma apuesta, aunque su relación con ERC está rota. De hecho, la formación republicana ha llegado a pedir la limitación de sus apariciones en TV3, acusándola de ejercer como portavoz del expresident Artur Mas, sin que haya tenido resultado: actualmente mantiene un contrato firmado por 52.500 euros.
A pesar de que Pilar Rahola repite constantemente su defensa del 'derecho a decidir', lo cierto es que no mantenía su compromiso con este mantra cuando el caso se plantea dentro del propio territorio catalán.
Eso es lo que sucedió durante un debate en TV3 emitido en 29 de octubre de 2008 en el programa 'Els Matins' de la televisión autonómica catalana. Allí, Rahola llegó a asegurar que replantearían "las ayudas sociales" que recibe este territorio mientras se enfrentaba con una persona que planteaba una consulta como la que ella defiende. De hecho, Rahola se deshacía en todo tipo de argumentarios que bien contradicen los anhelos democráticos que constantemente dice defender.
Una autonomía dentro de una autonomía
Como se puede comprobar, Pilar Rahola niega que el Valle de Arán pueda ser considerado como una nacionalidad propia dentro de Cataluña, a pesar de que la propia legislación catalana sí que contempla las peculiaridades de este territorio.
En concreto, la Ley 16/1990, de 13 de julio aprobada por el Parlament de Cataluña recogió un régimen especial para el Valle de Arán donde se concede un autogobierno y una serie de competencias adicionales de las que no gozan otras comarcas que actualmente se encuentran en la región.
El Valle de Arán, además, se ha mantenido especialmente ajeno al movimiento independentista. Los partidos de este signo son minoría en los municipios, las esteladas no ocuparon balcones e, incluso, las instituciones locales plantearon una anexión a la provincia de Huesca en el caso de que Cataluña finalmente declarase la independencia.
Sin duda, las particularidades de este territorio son evidentes. Tiene su propio idioma, el aranés; una cultura aparte, la occitana y ha permanecido ajeno a la realidad catalana durante décadas por las dificultades de acceso que plantea su orografía. Y, con ello, ha creado una comunidad que actualmente no simpatiza con el movimiento independentista.