La relación entre el rey Juan Carlos y la reina Sofía siempre ha despertado multitud de incógnitas. Las constantes infidelidades del monarca y sus relaciones conocidas siempre han despertado una cuestión: ¿por qué la reina Sofía nunca presentó una demanda de divorcio?
Ahora, la periodista Pilar Eyre desvela la incógnita. La principal razón no se habría encontrado en el rey Felipe, como tanto se especuló en el pasado, sino en la madre de la emérita, la reina Federica y unas palabras que lo cambiaron todo.
Porque la relación entre ambos no funcionó desde el principio. Según relata Pilar Eyre, en el primer año de matrimonio ya falló la conexión entre ambos: "La reina sorprendió a su marido en la cama con una mujer en una cacería en la que se presentó por sorpresa. Tenía solo 37 años y se acababa de morir Franco".
Cuando esto sucedió, la reina no dio tregua y decidió huir inmediatamente hacia la India, donde pensaba en quedarse. Pero todo cambió con un comentario de su madre, la reina Federica: "No lo abandones nunca, no dejes de ser reina... ¿Quieres ser como yo, una reina sin reino, una paria que tiene que vivir de la caridad de los demás y que ha tenido que venir a la India porque nadie me aguanta?", le espetó, según Pilar Eyre.
La periodista afirma que la madre de la reina Sofía, "Federica, vivía modestamente en un ashram en Delhi junto a su gurú Mahadevin y su hija Irene. Había salido tan pobre de su país, que juanito y Sofía les habían tenido que llevar ropa a Roma para que se vistieran ella, sus hijos y sus nietos".
"Entendió la lección perfectamente"
A partir de aquí, la mente de la reina Sofía pareció haber cambiado de manera inmediata. Según relata la propia PIlar Eyre, la monarca "entendió la lección perfectamente" y fue ella misma quien le comunicó al rey que no se divorciaría nunca.
Lo cierto es que ese divorcio tampoco habría beneficiado al rey, que se podría haber visto enfrentado a los sectores más convervadores sobre los que se sustentaba su poder y, de paso, haber abierto una grieta que hubiera animado a los partidos republicanos a plantear un cambio de Jefatura del Estado.
El matrimonio entre ambos, pues, sirvió de cara al público como un símbolo de fortaleza de la institución, aunque era pura fachada. De hecho, la reina Sofía mantuvo un idilio con un periodista peruano que terminó silenciado en los medios, mientras que el rey Juan Carlos acumulaba amantes y alguna relación que fue un poco más allá. Aunque todo, siempre, fuera del foco mediático.