La Fiscalía de Delitos de Odio de Valencia ha solicitado un año de prisión para los tres acusados que le desearon la muerte en redes sociales a Adrián Hinojosa, el niño de ocho años enfermo de cáncer terminal que soñaba con ser torero.
El caso se hizo público en octubre de 2016 cuando el pequeño asistió a una corrida de toros organizada para recaudar fondos contra el cáncer infantil. La prensa se hizo eco del evento y la historia de Adrián se hizo visible en los medios, donde habló acerca de su afición taurina.
Tras el acto, varias personas lanzaron en Twitter mensajes de odio contra el pequeño en los que se llegaba a desear su muerte por su participación en actos taurinos: "¿Que qué opino? Yo no voy a ser políticamente correcta. Qué va. Que se muera, que se muera ya. Un niño enfermo que quiere curarse para matar herbívoros inocentes y sanos que también quien vivir. Anda ya. Adrián, vas a morir", fue uno de los mensajes que se pudieron leer en la red social.
Los padres del menor interpusieron una denuncia ante la Guardia Civil y se llevó a cabo un complejo proceso para identificar los perfiles desde las que se lanzaron los mensajes de odio.
Un año de prisión y una indemnización de 9.000 euros
Pocos meses después del espectáculo taurino, Adrián falleció al no superar el sarcoma de Ewing que padecía. La asociación Anfitec, personada como acusación ppopular, pidió entonces tres años de prisión y multa de diez meses, a razón de diez euros de cuota al día, para dos de los tres encausados, por considerar los comentarios "especialmente deningrantes para el menor".
Ahora, la Fiscalía ha solicitado pena de un año de prisión para los tres encausados y pide, además, una indemnización de 9.000 euros para los padres del menor. La resolución considera que las tres personas acusadas cometieron "un delito contra la integridad moral" al escribir aquellos mensajes, ya que lo hicieron "a sabiendas de que Adrián era un menor de edad y se encontraba enfermo de cáncer".
La defensa de los acusados alega, por su parte, que estos no pretendían alcanzar la gran difusión que obtuvieron sus mensajes y que iban dirigidos a sus círculos de amistades y seguidores en lugar de a un público general a escala nacional. Además, reivindican la libertad de expresión de los procesados y condenan que la publicación de un tuit pueda conllevar pena de prisión.
