Una vez más, las populares fiestas de los Sanfermines, celebradas en Pamplona desde el 6 al 14 de julio, no han pasado desapercibidas. Los últimos en emitir una crítica han sido los miembros de la organización Personas por el Trato Ético de los Animales, más conocida como PETA, que ha reclamado cambiar los toros que conforman las controvertidas corridas de estos festejos,por hombres y mujeres de carne y hueso que realicen la misma función. Eso sí, vestidos con un tipo de disfraz que probablemente nunca se te habría pasado por la cabeza: dinosaurios. Ni vacas, ni cerdos, ni ovejas, ni caballos.
La peculiar petición diriga al Ayuntamiento de Pamplona ha surgido en torno a un vídeo viral en Estados Unidos que muestran unas sorprendentes, a la par que extravagantes, carreras de velocidad con individuos vestidos de estos animales, extintos hace millones de años y que los humanos nunca llegaron a conocer. La organización alega que, en caso de que el alcalde de Pamplona acepte la propuesta, harían frente al pago de la indumentaria sugerida.
PETA ha manifestado en numerosas ocasiones su parecer acerca del trato que reciben los toros, además del daño físico y dolor que supone exponerse a las vejaciones de la especie humana. Todo ello se suma a los ocho heridos por asta y 27 trasladados al hospital por diversos traumatismos que han dejado estas jornadas.
¡Ahora ESTÁ es una carrera que podemos aprobar! PETA ha ofrecido pagar por los trajes de dinosaurio si el alcalde de #Pamplona acuerda reemplazar las corridas de toros con una carrera de T-Rex pic.twitter.com/qRp94tuaay
— PETA Latino (@PETA_Latino) 14 de julio de 2019
La propuesta no iría mal encaminada, pues ahorraría dolor y sufrimiento a ambas partes, ya que ni toros ni humanos sufrirían, además de poner fin a las numerosas polémicas que cada año sugieren la celebración de los más de 500 actos que conforman las fiestas de los pañuelos rojos
Estados Unidos, cuna de la alocada idea
Si de algún país procede esta ingenua idea, no podía ser otro que Estados Unidos. La organización animalista ha planteado que el ayuntamiento de la ciudad se fije en una carrera que ha tenido lugar en un hipódromo de Washington en la que se aprecian personas disfrazadas de Tiranosaurios Rex.
Por otro lado, una treintena de personas han sufrido las consecuencias de los peligrosos y crueles encierros y más de 30 toros han perdido la vida. Pese a ser una de las fiestas más representativas de la cultura española más tradicional, convendría que la localidad navarra y su administración reconsideraran las recomendaciones de esta organización. "Las fiestas de San Fermín siguen siendo un vestigio de un período mucho menos desarrollado en que la gente no comprendía que los animales pueden sentir dolor y miedo y que no se daba importancia a poner sus congéneres en peligro", apuntan.
La directora de la organización, Elisa Allen, apela a que Pamplona siga albergando la celebración de un evento que "evoca a la Edad de Piedra", con "una carrera de Tiranosaurios Rex" como solución, ya que no se puede seguir dando ejemplo de algo, que a pesar de que fomenta turismo y beneficios económicos para la ciudad, no respeta los derechos de la comunidad animal. Antes de su comienzo, PETA y AnimaNaturalis protestaron abiertamente contra la tauromaquia en la plaza del ayuntamiento.
