El fiscal de delitos de odio y discriminación pide la mayor pena contemplada, 21 años de cárcel, para Mykola y su colaborador, líderes del proyecto 'pilla-pilla'. En él, atemorizaban, grababan y difundían por las redes a homosexuales mediante emboscadas en las localidades catalanas de Granollers y Les Franqueses.
Mykola creó el grupo en 2013 basándose en el proyecto 'Occupay Pedofilya', nacido en Rusia y de tendencia neonazi. En este caso, el objetivo del grupo ruso es buscar a pedófilos por la web, que son forzosamente grabados admitiéndolo para, posteriormente, subirlo a las redes sociales. O al menos eso es lo que dicen ellos. Bajo esa causa, ya éticamente dudosa, se ha tenido constancia de numerosos ataques homófobos en una Rusia que calla ante esa discriminación.
Las víctimas, obligadas a dar toda la información sobre sus vidas
La idea, que nos puede llegar a recordar incluso al capítulo 'Shut up and dance' de 'Black Mirror', fue recogida por Mykola para aplicarla en España. Logró reunir a seis personas más (uno de ellos, menor de edad) y comenzaron la persecución.
El modus operandi era siempre el mismo. Se hacían pasar por menores que buscaban una relación con otros chicos a través de Internet. Según investigaciones policiales, llegaron a contactar con tres personas, con las que quedaban en una hora y fecha acordados.
Cuando llegaba la cita, la víctima se encontraba rodeada por hasta veinte personas, entre ellas las siete identificadas por el proyecto 'pilla-pilla'. Rodeado para que no pudiera ir, comenzaba la humillación.
El grupo grababa al chico que sufría el acoso, mientras le obligaban a relatar ante la cámara su situación familiar, su nombre completo, su DNI, su número de teléfono, reconocer su homosexualidad e incluso admitir que eran "pederastas abusadores de niños". Tras esto, subían los vídeos a redes sociales.
Un daño "irreparable"
Como contaron las víctimas ante el juez, los vídeos llegaron a sus familiares. Además, al menos dos de ellos recibieron amenazas en su teléfono. Por todo ello, el fiscal ha manifestado que estos actos suponen un daño "irreparable" en su honor y dignidad, y pide 21 años a Mykola y a su mano derecha por delitos contra la integridad moral y contra la intimidad.
Para el resto de acusados del proyecto 'pilla-pilla', el fiscal pide penas de entre dos y quince años. Los siete deberán, además, indemnizar a cada una de las tres víctimas con un total de 31.000 euros.
