Después del anuncio de su compromiso matrimonial, estalló todo por los aires. La ruptura entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva está generando miles de titulares a cuenta de las infidelidades del empresario. Tras una larga temporada de rumores, todo se confirmaría tras hacerse público un vídeo del joven besando a otra mujer en el festival Burning Man, que tiene lugar en el desierto Black Rock, en Nevada (EEUU).
Esta grabación no sería la única. "Tamara, hay más vídeos", fueron las palabras de advertencia de Isabel Preysler a su hija, que ha dejado ver en 'El hormiguero' que, efectivamente, hay más imágenes que comprometerían a su ya exnovio y que se están ofreciendo a medios de comunicación a cambio de una elevada suma de dinero.
Estos nuevos vídeos, según la revista Semana, serían de larga duración y comprometerían tanto a Onieva que hacerlos públicos sería un delito, lo que da buena cuenta del contenido de los mismos. Por estas imágenes se estarían pidiendo hasta 100.000 euros.
Onieva, a la caza del traidor
Mientras Tamara Falcó hace frente a la ruptura, Íñigo Onieva se encuentra alejado de los focos. La última vez que se dejó ver fue en la boda a la que acudió con la marquesa de Griñón, donde negó que hubiese sido infiel asegurando que el vídeo del festival era de 2019.
Desde entonces, lo único que se sabe es que al volver a su casa le reconoció Falcó que "igual" podía ser verdad. "Me da igual que hayan sido seis segundos que un nanosegundo en el metaverso, como esto sea verdad, esto se acaba ahora mismo", estalló ella, que se quitó el anillo de compromiso y abandonó la vivienda para regresar a su domicilio llevándose a sus perras.
Desde entonces, Onieva ha optado por permanecer escondido en casa de su madre, bajo la protección de su familia para esquivar la polémica y evitar a los medios de comunicación. Además, su principal objetivo es encontrar al "traidor" que ha filtrado el vídeo de la discordia.