La creencia de que una copa de vino al día es algo normal, incluso bueno para tu salud, es algo que defienden médicos y especialistas, pero las pruebas demuestran que no es tan bueno como se cree, y que incluso podría desembocar en cáncer. Realmente, cualquier cantidad de alcohol es perjudicial para el ser humano, sobre todo en cuanto a riesgo de sufrir cáncer se refiere.
Un nuevo estudio presentado en el Congreso Europeo sobre Obesidad, celebrado en Maastricht (Países Bajos), sugeriría que el sobrepeso y la obesidad amplifican los perjuicios del alcohol, y aumentan más si cabe el riesgo de sufrir cáncer.
La investigación fue dirigida por Elif Inan-Eroglu, de la Universidad de Sydney (Australia). Este sería el primer trabajo que observa la relación entre obesidad, el consumo de alcohol y su relación con los tipos de cáncer que se sabe que están influenciados por alcohol y obesidad. Y es que el alcohol es precisamente la tercera causa prevenible del cáncer, tras el tabaco y la obesidad.
El sobrepeso y la obesidad en el foco
No se tuvo solo en cuenta el IMC como factor clasificador de sobrepeso y obesidad, sino que analizaron de forma particular el porcentaje graso de las personas que participaron en el estudio. De esta manera, los investigadores destacan una clara relación entre los niveles más altos de obesidad y el mayor riesgo de desarrollar cáncer, independientemente del consumo de alcohol.
En el estudio se analizaron datos de 399.575 participantes de entre 40 y 69 años, cuyos datos provenían del Biobanco del Reino Unido. Ningún participante tenía cáncer al principio el estudio, el seguimiento de los pacientes duró una media de 12 años.
Dividieron a los participantes en tres grupos según su porcentaje de grasa corporal, circunferencia abdominal e IMC. También fueron clasificados en función de su consumo de alcohol en base a las pautas de Reino Unido: nunca, casi nunca, dentro de las pautas (14 unidades o menos de alcohol a la semana) y bebedores habituales (más de 14 unidades de alcohol a la semana).
De los resultados se obtuvo que a mayores niveles de estos datos, mayor era el riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer relacionado con la obesidad: los participantes con mayor cintura abdominal y que bebían más, tenían hasta un 28% más de riesgo de desarrollar algún cáncer relacionado con la obesidad. Por su parte, aquellos que bebían de forma "moderada", pero tenían mayores niveles de cintura abdominal, tenían hasta un 17% de riesgo de desarrollar estos tipos de cáncer.
Gracias a esos datos pudieron examinar la asociación conjunta entre obesidad, consumo de alcohol y el riesgo de hasta 21 tipos de cáncer diferentes (13 de ellos habitualmente relacionados con la obesidad, y 8 de ellos habitualmente relacionados con el consumo de alcohol).
17.617 casos de cáncer relacionados con el alcohol
También se ajustaron factores como la edad, sexo, dieta, nivel educativo, actividad física, tabaquismo, sueño, nivel socioeconómico y coexistencia de otros enfermedades. Se detectaron así 17.617 casos de cáncer relacionados con el alcohol y 20.214 casos de cáncer relacionados con la obesidad durante los 12 años que duró el estudio.
Pudieron comprobar así que a mayores niveles de grasa corporal y mayor consumo de alcohol en conjunto, mayor era el riesgo de sufrir cáncer.
Los participantes con mayores porcentajes de grasa y niveles más elevados de consumo de alcohol tenían hasta un 61% más de probabilidades de desarrollar algún tipo de cáncer que aquellos con menores niveles de grasa corporal y nulo consumo de alcohol.
Por su parte, aquellos con mayores porcentajes de grasa que bebían de forma "moderada", según las pautas de Reino Unido, tenían igualmente hasta un 53% más de riesgo de sufrir cáncer.
Como conclusiones, los investigadores sugieren que las pautas de consumo de alcohol consideradas como "seguras" deberían revisarse, sobre todo en casos de sobrepeso u obesidad, dado que dos tercios de la población de Reino Unido están por encima del peso recomendado.