Donald Trump no es un santo. Esto se sabe aquí y en la China popular. Sus declaraciones pueden ser el objetivo de cualquier colectivo o minoría: mexicanos, musulmanes, bebés, demócratas, Hillary Clinton... Trump es el mayor exponente de lo políticamente incorrecto. Es maleducado, irresponsable, arisco, altivo y cualquier otro adjetivo que se te pueda ocurrir. Pero qué te vamos a contar que no hayas oído ya. A pesar de eso, miles de norteamericanos le apoyan por decir las cosas claras y, según algunos, a expresar lo que nadie en Estados Unidos dice.
Al candidato del Partido Republicano para la Casa Blanca le gusta jugar con fuego y a día de hoy, los expertos ni siquiera saben si eso le beneficia o le perjudica. Aunque cuenta con el apoyo de sus votantes de cara a las elecciones de noviembre, no cuenta con el de sus compañeros de partido. El primer ejemplo lo vimos en la Convención Republicana de hace unas semanas, donde el propio Ted Cruz, rival de partido de Trump, se ganó los abucheos por no apoyarlo firmemente.
Pero las semanas y la nominación de Trump no han calmado las aguas y el cisma, que a punto estuvo de evitar que se convirtiera en el candidato republicano, parece estar haciéndose más y más evidente. El último ejemplo de la 'crisis' en el Partido Republicano es la publicación de un manifiesto 'anti-Trump' firmado por hasta 50 autoridades relacionadas con el grupo político. El texto, una advertencia clara y concisa, está firmado por gente de renombre dentro de los republicanos como son Michael Hayden (exjefe de la CIA y de la NSA), Robert Zoellick (exvicesecretario de Estado) o Tom Ridge (exsecretario de Interior).
En el texto se puede leer cómo este grupo de personas avisa sobre la gravedad de elegir a Trump como próximo Presidente de los Estados Unidos e indican que sería "peligroso, el más temerario de la Historia en América". Los firmantes aseguran que Trump "pondría en peligro la seguridad y bienestar del país" al carecer de "autocontrol y actuar de forma impetuosa" y que "no puede tolerar las críticas". Ellos mismos lo resumen, el candidato de su propio partido posee "cualidades peligrosas para una persona que aspira a ser Presidente de los EEUU". Además de esta retahíla de advertencias sobre el magnate, hay una línea que lo resume todo: "Ninguno de nosotros votará a Donald Trump".
Esta carta ha pillado por sorpresa a varios sectores de la política estadounidense ya que está firmada por autoridades republicanas que tuvieron un importante peso en materia de seguridad durante los mandatos de Richard Nixon o incluso George W. Bush. De esta manera la ruptura del Partido Republicano se magnifica.
A estas autoridades relacionadas con la seguridad del país se unen otros políticos que ya han mostrado su oposición a Trump. Senadores republicanos de Illinois, Nebraska o Maine han dejado claro que no optarán por el multimillonario en las elecciones de noviembre. Según los analistas políticos, ningún candidato puede ganar si no cuenta con el apoyo de su partido y hasta ahora no tiene pinta de que vaya a ocurrir. Hasta entonces puede pasar de todo... hasta que logre representación alguno de los partidos minoritarios estadounidenses.
