La historia de 'La Veneno' ha permitido conocer a fondo la verdad sobre Cristina Ortiz, la discriminación a la que se ha visto sometido un colectivo como el de las personas trans, donde el estigma social se ha unido a un 80% de desempleo y la expulsión de la sanidad y el proceso que permite la transición.
Muchas mujeres se veían abocadas a vivir en situación de prostitución y marginalidad por dicha discriminación. Ahora, este tipo de producciones vienen a realizar un poco de justicia en una sociedad que las dejó de lado.
Los Javis han planteado que Veneno podría tener una segunda temporada. ¿Cómo la plantean? ¿Y si tienen en mente realizar una secuela con otro personaje icónico, un nuevo referente que permita crear un nuevo icono para el colectivo? Desde Los Replicantes vamos a recordar algunas figuras que, quizás, podrían tener hueco en estas series. Hay espacio para todo tipo de producciones.
1 Carmen de Mairena
La vida de Carmen de Mairena ofrece material para varias temporadas. Nacida en 1933 en Barcelona, desde los 16 ya estaba vinculada al mundo del cine y no tuvo miedo en ocultarse hasta caer en las garras de la dictadura: fue encarcelada por su relación con el cantante Pedrito Rico en virtud de la Ley de Vagos y Maleantes.
A parte de los 70 llegó el comienzo de su transición, imitó a Sara Montiel y Marujita Díaz; y luego llegó la prostitución y su caída en el Raval. Más tarde, los noventa y la fama en el mundo de la televisión, de la mano de Javier Cárdenas.
A partir de aquí, habría una candidatura política, dos películas pornográficas, un ingreso en prisión y varios pasos polémicos por todo tipos de cadenas de televisión. Sin duda, una vida llena de matices que supone todo un paso por la historia reciente de nuestro país y que recorre muchas de las dificultades que ha pasado el colectivo.
2 Manuela Trasobares
Manuela Trasobares es una de esas mujeres que ha sabido -o ha podido- romper moldes. Con un carácter explosivo, esta cantante, pintora y escultura se convirtió en la primera concejal transexual española y, con ello, en el primer cargo público en representar a los españoles siendo miembro del colectivo.
Durante su infancia, su primer profesor de dibujo fue Salvador Dalí, amigo de su bisabuelo. Quién sabe si heredó de él su arte, aquel que demostró durante su histórica intervención en Canal Nou durante el programa 'Parle vostè', donde protagonizó una histórica reivindicación de la libertad individual que seguramente abrió muchas mentes. Su catarsis, en 1997, todavía permanece en la retina de todos.
3 Federico García Lorca
Un registro completamente diferente, pero sería una serie fundamental. Imposible hacer mayor justicia a un personaje fundamental en la historia de las letras hispanas, asesinado a sangre fría por la dictadura franquista, señalado desde todas la prensa conservadora durante los años 30, como bien llevó la revista 'Gracia y Justicia' a su portada (pertenecía a Editorial Católica), en 1935: "¡No debiera jugar al corro con ciertas cosas!".
Quisieron silenciar su voz, nadie ha recuperado su cuerpo que permanece enterrado en una fosa común anónima. Su asesino, Juan Luis Trescastro, se jactó de haber participado en el crimen, recalcando la orientación sexual del propio Lorca, como recalcó el historiador Paul Preston en 'El Holocausto Español. Odio y Exterminio en La Guerra Civil'.
En pleno debate sobre la memoria histórica, con cierto sector de la sociedad pidiendo olvidar el pasado y Lorca olvidado en una cuneta, en una fosa común, una serie sobre su memoria sería una buena forma de hacerle justicia.
4 Pedro Zerolo
Pedro Zerolo fue el mayor icono del activismo LGTBI en España a nivel institucional. Su papel como concejal en el Ayuntamiento de Madrid y su capacidad para movilizarse ante los medios de comunicación permitieron canalizar las reivindicaciones del colectivo ante los medios.
Implicado en una larga lista de movimientos sociales, destaca su compromiso con la ampliación del derecho al matrimonio y la adopción del derecho a la adopción a las parejas, que de hecho se consiguió cuando su partido estaba en el Gobierno y él formaba parte de las Ejecutiva Federal del PSOE como responsable de Movimientos Sociales.
Con este gesto, nuestro país se convirtió en el tercer país del mundo en aprobar el matrimonio igualitario, dejando la sombra de la España en blanco y negro que pesaba a nivel internacional. La Conferencia Episcopal, no obstante, se echó en tromba sobre él. Sin duda, fue todo un icono.
5 Alan García
Alan García no era una celebridad televisiva, pero representa un caso extremo y relativamente reciente sobre lo que representa la discriminación contra las personas trans.
Alan, un adolescente trans de Rubí, Barcelona, se quitó la vida con solo 17 años tras sufrir tres años continuados de acosos escolar:" Le hicieron la vida imposible. Hemos sabido que le daban porrazos contra la pared, le tiraron por las escaleras, le decían que tenía barriga de mujer y no músculos de hombre, le levantaban la camiseta y le decían que cómo era posible que fuera por la vida de hombre cuando tenía tetas, le empujaban contra el cristal", declaró la madre a El Mundo.
El caso generó una fuerte expectación. El joven había conseguido hacer un cambio de nombre en su documentación oficial, de modo que se había adecuado a su identidad de género, pero evidenció que faltaba mucho trabajo en la educación de los jóvenes y que no todo se basaba en cambios legales.
6 Sonia Rescalvo
Cinco años antes de que la Veneno despuntase en televisión y diese a conocer a la realidad trans al gran público, Sonia Rescalvo fue brutalmente asesinada por un grupo de neonazis en el Parque de la Ciudadela, en Barcelona. Su asesinato adquirió relevancia mediática por ser, según publicó El País, "el primer crimen de una transexual por el mero hecho de serlo del que se tiene información y constancia en España".
En aquellos años, 1991, cuando España se abría al mundo preparando la Expo de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona del año siguiente, con una democracia consolidada, la transexualidad todavía era marginada, reprimida e ignorada por completo.
Las mujeres transexuales como Sonia se veía obligadas a sobrevivir en situación de prostitución. En el caso de Sonia, además, después de haber huido de su propia familia con solo 16 años de su Cuenca natal para refugiarse en Barcelona, una historia que en cierta medida recuerda a la Veneno.
Su final trágico permitió concienciar sobre la gravedad de lo que estaba sucediendo, pero tristemente nada cambió entonces. Ahora, quizás, una serie permitiría dar voz a tantas que se quedaron en el camino por una sociedad que no quiso ver lo que estaba sucediendo en sus propias calles.
7 Manuela Saborido
Manuela Saborido es todo un referente en España para el colectivo, conocida por romper moldes para la época en la que ha vivido. Esta artista y empresaria gaditana fue una de las primeras en adecuar su nombre y su género a su identidad sexual en su DNI, en loas años 80. Además, se reconoció su derecho de adopción en 1985.
Saborido, que se casó con 20 años por un rito transexual y en 1966, con 24, con un matrimonio que duró 28 años, se operó en 1969 en Casablanca y se instaló en Barcelona donde inició una carrera como cantante de copla. Luego fue contratada por Paco España y emprendió una carrera prolífica a nivel internacional.
Durante la Transición vivió la libertad y se convirtió en un icono del colectivo LGTBI. En marzo de 1985 adoptó a su primera hija, la primera mujer trans en realizar este proceso en España. Se trata de María, una niña con síndrome de Down, a la que luego se unieron Alfonso y José, ambos con parálisis cerebral.
Fue también la primera mujer trans visible entrevistada en TVE, en el programa de José María Íñigo. Poco después se divorció, tuvo que cerrar sus negocios y pasó por prisión por una serie de problemas legales por un delito relacionado con su exesposo. En la cárcel cuidó a reclusos enfermos.
Durante su vida fue coleccionando piezas decorativas y antigüedades de estilo isabelino para su casa y en agosto de 2013 la convirtió en un museo donde el dinero que recibe lo invierte en ayudas sociales para la gente de su ciudad.
8 Caso Arny
Decir que en el Caso Arny no había un poso de homofobia, es no haber entendido nada. En el caso se involucró a todo tipo de famosos que habían tenido la voluntad y, sobre todo, valentía de salir del armario en un momento en el que todavía no estaba bien visto.
Jesús Vázquez o Jorge Cadaval estuvieron a punto de quedar como defenestrados a ojos del públicos. Estaban siendo referentes de normalidad, para aquellos jóvenes dispuestos a salir del armario, que iban a contar a sus padres o amigos que eran homosexuales. De repente, se estaba construyendo un caso que era mentira y que decía que sus referentes eran pederastas peligrosos.
Esa mentira, cómo se construyó, qué había detrás, quién terminó condenado (solo Ramón de Carranza, marqués de Sotohermoso, a un año de prisión), serían un buen motivo para una serie sobre el poder destructivo de ciertos medios de comunicación.