Un perro lleva un año y medio asentado en un rincón de Nafpaktos (Grecia), junto a un santuario levantado en la curva de una carretera donde meses antes había fallecido su dueño a causa de un accidente de tráfico. Desde entonces, el pequeño can, de la raza Hachiko, ha permanecido 'huérfano' y sin alejarse del lugar donde perdió a su compañero.
Según el medio heleno, nafpaktianews.gr, Haris, un hombre, de 40 años, encontró una muerte trágica en la vieja carretera del río Eveno hace aproximadamente un año y medio, tiempo que el pequeño animal lleva velando y 'esperando' la vuelta de su gran amigo. Desde el día del fatídico desenlace, se ha alojado ahí y no se ha movido del lugar.
Espíritu 'indomable'
El perro de Haris ha vuelto al mismo lugar siempre que se ha intentado buscar una alternativa para él. De hecho, muchos lugareños de la zona han hecho el esfuerzo constante de acogerlo en sus casas pero éste siempre acaba escapándose y marchándose al lado del santuario de Haris. Por este motivo han desestido en el intento de tenerlo con ellos pero, emocionados por la fuerza del perro, diariamente le llevan agua y comida.
El portal mencionado con anterioridad grabó al perro, que insiste en quedarse al lado del santuario de Haris, establecido al final de la carretera después de la trágica muerte de su propietario. El perro sigue esperando a que Haris aparezca con su coche y pueda volverse con él a casa como si nada hubiese pasado.