Holly fue abandonada desde pequeña y tuvo que aprender a sobrevivir por su cuenta. Desde entonces, ha deambulado completamente sola por las calles aprendiendo a salir adelante y sin conocer ningún tipo de cariño.
Pero todo cambió cuando conoció a sus rescatadores. Son miembros de la ONG Hope For Paws, una asociación que rescata animales de la calle y que actuó tras recibir el aviso de una vecina.
Los voluntarios se desplazaron hasta la zona, sin tener idea de que iban a presenciar una escena que jamás olvidarían. Fue suficiente con acercarse un poco a la perrita para comprobar que estaba paralizada por el miedo y que no era capaz de dejar de temblar al ver que varias personas la rodeaban.
Lo que ella desconocía era que tenían intención de ayudarla y ponerla a salvo. El can optó por resistirse y empezó a ladrar fruto del pánico, pero con el paso de los minutos pudo comprobar su verdadero rostro.
Su primera caricia
Holly cambió por completo cuando vio las verdaderas intenciones de las personas que tenía delante. Decidió confiar en los rescatistas y recibió sus primeras caricias, en un emotivo momento que evidencia el peor rostro que representa el maltrato animal.
Después de tres semanas a salvo, Holly finalmente pudo mostrarse tal y como es: una perrita tierna, amigable y ansiosa de encontrar una familia dispuesta a brindarle una nueva oportunidad de vida.
