Zuzu es una perra que vivía feliz con una familia californiana y con su padre biológico. Pero cuando este murió, Zuzu entró en una depresión, y no podía parar de llorar. Un día saltó la valla y se coló en el jardín de los vecinos, que la encontraron y llamaron al servicio de protección de animales.
La protectora, Downey Animal Care Center, supuso que Zuzu se había escapado o que no tenía familia por lo que la acogieron en sus instalaciones. Un buen día, mientras se iba adaptando a su nuevo hogar, Zuzu se volvió loca de alegría. Se acercó a la valla del refugio, donde fue recibida por varias personas que acababan de entrar, según recoge Buzzfeed.
A los responsables del refugio les extrañó que Zuzu estuviera tan contenta, hasta que se dieron cuenta de que las personas que habían entrado eran la antigua familia de la perra. Pensando que se encontraban ante un final feliz, preguntaron a la familia que si venían a llevarse a Zuzu, pero estos dijeron que no: venían a buscar otro perro.
La explicación que proporcionaron fue aún más sorprendente: desde que el padre de Zuzu había muerto, esta estaba demasiado triste y ya no aportaba alegría en la familia. Y en vez de ayudarla a superar este trauma, la familia decidió que abandonar a Zuzu y sustituirla por otro perro sería lo mejor. Desi, trabajadora en la protectora, no daba crédito y decidió compartir la historia de Zuzu en Facebook, que ha logrado una gran repercusión.
Desi no sabe si la familia consiguió adoptar a otro perro, pero afirma que se alegra de que Zuzu no esté con ellos: "Sé que encontrará un buen hogar donde será un miembro más de la familia".
