Dentro de los bombardeos y el caos que se lleva sufriendo en la Franja de Gaza desde el pasado 7 de octubre a manos de Israel, existen otras víctimas. Unas 'invisibles' y cuya labor en ocasiones es tan necesaria como castigada y criticada. Uno de los eslabones más férreos en cualquier conflicto y que contribuyen a la información a la que tienen derecho los ciudadanos de cualquier parte del mundo.
Ellos son los periodistas, protagonistas involuntarios desde que estalló el conflicto en la región. Documentar una realidad tan dura nunca fue fácil y, aunque a veces se convierte en algo necesario, sigue siendo quizá una de las caras de la moneda más oscuras para un comunicador. En un momento donde la vida humana se pone en el valor más bajo del escalafón, aportar luz a la situación se hace más necesario que nunca.
Cifras registradas en el conflicto
Por ello, Alfonso Bauluz, presidente de Reporteros Sin Fronteras (RSF) en España, ha explicado en el programa 'Despierta Andalucía' de Canal Sur Televisión que "Gaza se ha convertido en un cementerio de niños y también de periodistas".
La ONG ha presentado una denuncia contra los crímenes de guerra cometidos por el Ejército israelí contra medios de comunicación y periodistas mientras ejercían su trabajo en Gaza, además de contra Hamás por asesinar a un periodista israelí que documentaba el ataque a un kibutz. Por su parte, la denuncia contra el Ejército israelí presentada ante la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) incluye 8 casos de asesinatos a periodistas palestinos en los bombardeos en Gaza desde el comienzo del conflicto en respuesta a los ataques terroristas de Hamás en Israel el pasado 7 de octubre. La denuncia se refiere también a la "destrucción total o parcial" de las sedes de más de 50 medios de comunicación en Gaza.
Además, el diario Huffpost ha contactado también con Bauluz, y ha contado que "desde el inicio del conflicto ya van casi treinta periodistas muertos (lo que supone uno al día). La mitad estaban trabajando pero la otra mitad no. Muchos de ellos estaban protegiendo a sus familias en los momentos de los bombardeos. Es una situación extrema, en estos momentos no hay santuarios donde resguardarse ni zonas en las que la seguridad sea real. No los hay", declara. "Los periodistas que no están trabajando están en el mismo riesgo que los civiles y como Israel no permite salir de la Franja, se ha convertido en una ratonera en la que, en muchos casos, los bombardeos están siendo indiscriminados", declara.
La UNESCO ya dio la voz de alarma la semana pasada al registrar hasta nueve periodistas muertos en tan solo diez días, convirtiéndose esta cifra en la más elevada registrada en cualquier conflicto desde hace décadas. "Es un balance dramático. Nunca antes, en un conflicto reciente, la profesión había tenido que pagar un precio tan alto en tan poco tiempo. Hago un llamamiento a los actores regionales e internacionales para que tomen medidas inmediatas que aseguren el respeto del derecho internacional humanitario. En ningún caso se debe atentar contra los periodistas, sino que además es responsabilidad de todos los implicados garantizar que puedan seguir ejerciendo su profesión con seguridad e independencia", denuncia Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO.
Ataque a siete periodistas. Uno de ellos resultó muerto
Apenas un día después de que el Huffpost recogiera las declaraciones de Bauluz, RSF denunció el asesinato de un cámara de Reuters, Isam Abdulá, al sur de Líbano, tras un "ataque deliberado" contra un grupo de periodistas de varias agencias internacionales.
La organización ha recordado que los siete periodistas presentes en el lugar llevaban allí una hora, estaban claramente identificados como prensa y equipados con chalecos y cascos, por lo que ha considerado "poco probable" que fueran confundidos con combatientes, "en particular porque no se estaban escondiendo".
Abdulá resultó fallecido por el proyectil, que además hirió gravemente a la periodista de la AFP Christina Assi. En el segundo impacto, el vehículo de Al Yazira con la palabra "PRESS" en el techo fue destruido. Las Fuerzas Armadas israelíes expresaron que "lamentaban" lo sucedido y que estaban "revisando" lo ocurrido. "Este no ha sido el primer ataque israelí contra nosotros", afirmaba Carmen Yujada, periodista libanesa que fue atacada cinco días antes.
En cuanto a la crudeza de las imágenes compartidas, ya sea por redes sociales o medios de comunicación tradicionales, Bauluz declara: "Es verdad que el territorio se encuentra en una inestabilidad continua. Sí existen precedentes similares: ISIS, Alepo o en la propia guerra entre Rusia y Ucrania, pero no con esta violencia e insistencia. Los periodistas palestinos -que son los únicos que pueden cubrir la información desde la Franja- dicen que nunca habían vivido algo parecido en Gaza".
Bauluz ha aprovechado en 'Despierta Andalucía' para advertir sobre el uso que se está haciendo de las redes sociales en el conflicto, avisando de que "pueden ser un cauce para difundir información veraz y contrastada pero también para la propaganda y la desinformación". En el Huffpost asegura que, aunque desde RSF se están tomando las medidas posibles para garantizar la seguridad de los periodistas en lugares de conflicto, en situaciones como la actual en Gaza, se hace más complicado. "Poco podemos hacer en el caso de Gaza. Les facilitamos equipo de seguridad, posibilidad de hacer un seguro, instrucciones de cómo trabajar en casos de riesgo y varios cursos por parte de la Guardia Civil. Ahora bien, si no entra más ayuda humanitaria, poco podemos hacer por la falta de electricidad y recursos", afirma.
"Las dos partes utilizan la información como arma arrojadiza. Además, al ser una zona (Oriente Próximo) explosiva permanentemente, ocurren muchísimas cosas cada día. Los bombardeos son continuos, las redadas y asesinatos a jóvenes en la Franja han sido diarios durante el último año, etc. Es muy complicado", sostiene Bauluz.