Pep Guardiola mantiene el pulso con la Federación Inglesa de Fútbol (FA), que, tras abrirle expediente hace unas semanas, el pasado viernes 9 de marzo sancionó al entrenador del Manchester City con 20.000 libras (22.500 euros). El motivo, el lazo amarillo que porta Guardiola cada partido en apoyo de los políticos catalanes encarcelados por el referéndum del 1 de octubre en Cataluña.
Con la sanción, la FA esperaba disuadir a Guardiola en su reivindicación política, pero no obtuvo el éxito esperado. En el partido de la 30ª jornada de la Premier League, que enfrentaba a City y Stoke, y el primero tras la multa econónica, Guardiola volvió a lucir el lazo amarillo en su jersey.
Esta vez, eso sí, el símbolo de la discordia estaba más escondido, al llevar una chaqueta por encima que lo camuflaba. En ella lucía una flor del mismo color, pero que nada tiene que ver con la situación catalana, ya que pertenece a la campaña 'Great Daffodil Appeal' de la Fundación Marie Curie, que pretende recaudar fondos para ayudar a enfermos terminales.
El presidente de la FA comparó el lazo amarillo con una insignia del ISIS
No despierta muchas simpatías el exentrenador de Barcelona y Bayern entre la Federación Inglesa. De hecho, su presidente ejecutivo, Martin Glenn, se ha mostrado contrario en todo momento al gesto político del entrenador que lidera la Premier League, y ha llegado incluso a equipararlo con una esvástica nazi o un símbolo del Estado Islámico:
"No podemos ni queremos que el fútbol muestre símbolos políticos. Las cosas que sean altamente divisivas, como podrían ser símbolos religiosos potentes, como la estrella de David, la hoz y el martillo, una esvástica... Estas son las cosas que no queremos. Para ser sincero, y muy claro, el lazo amarillo de Pep Guardiola es un símbolo político. Es un símbolo de la independencia catalana. Y puedo decir que hay muchos más españoles, no catalanes, que estarán molestos. ¿Dónde trazar la línea? ¿Deberíamos tener a alguien con una insignia de la UKIP (partido independentista de Gran Bretaña) o con una insignia del ISIS?".
Guardiola ha asegurado que las sanciones y declaraciones de la FA no le harán desprenderse del lazo. El único motivo deportivo por el que dejaría de lado su reivindicación, como ha asegurado el propio entrenador, es si los dueños del City se lo pidieran, cosa que no han hecho hasta ahora: "Es más importante lo que pase con el equipo que mi opinión personal. Creo que no va a pasar, pero si me lo piden (los dirigentes del City), tengo que aceptarlo. Ellos son los jefes".
A todo esto, Pep Guardiola tiene la Premier League prácticamente en el bolsillo (aventaja en 16 puntos al segundo clasificado), y podría batir con su City el récord histórico de puntos en una temporada si mantiene este nivel en las ocho jornadas que restan.