Sabemos que lo de los gustos en el cine es algo relativo y personal. El espectador tiene la libertad de ver, analizar y disfrutar las películas como le plazca, pero tal y como llevan dejando claro los Razzie desde hace décadas, no solo podemos celebrar el buen cine. De alguna forma u otra, lo de copar listas de lo peor del año, puede ser la publicidad gratuita que muchos desearían.
Este año hemos visto en pantalla a tiburones, superheroínas, dibujos animados, distopías, psychokillers, personas confinadas y a Nicolas Cage protagonizando películas que ojalá no hubiéramos visto. Por favor, no os toméis muy en serio la siguiente selección, en la que hacemos un repaso a los 10 peores títulos que han llegado a plataformas y salas de cine durante 2021. Quién sabe, quizá alguna de ellas se acabe convirtiendo en película de culto. O no.
1 'Tiburón blanco'
Las pelis de tiburones lo tienen tan difícil para colarse entre lo mejor del año, como fácil para hacerlo entre lo peor. Existe algo en la sharksploitation que el público ha abrazado y funciona cual excusa: por muy terrible que sea el acting, el guion y los efectos, el mamarrachismo se impone ante todo y se agradece que sean, como mínimo, divertidas.
Este 'Tiburón blanco' hace que cualquier peli de la saga 'Sharknado' o producción de Asylum sean obras maestras. Y el principal problema no es que hayan querido colarnos por serio un telefilm rodado como si fuese un trabajo de final de carrera, sino que está todo tan mal, que ojalá esa serie de decisiones se hubiesen hecho a propósito para hacer una comedia. U ojalá fuese de aquellas películas tan malas que acaban trascendiendo a genialidades de lo trash.
2 'Prisioneros de Ghostland'
Nicolas Cage lleva ya unos años pasado de vueltas y entregado en cuerpo y alma al cine de terror y fantástico. Hay quienes encuentran gracioso que una persona que no sabe actuar haga muecas y demuestre lo histriónico que es en pantalla. Por suerte, nadie se toma en serio ya a una estrella de Hollywood que parece decir que sí a todo.
Cuando se anunció que iba a protagonizar la nueva película de Sion Sono, las alarmas saltaron y pudimos pensar que había llegado el momento con el que Cage se redimiría protagonizando un film excéntrico pero bien interpretado (o, al menos, haciendo el intento). El resultado es un despropósito de dimensiones colosales, donde ni Sofia Boutella brilla a través de espacios que podrían haber salido de la quinta parte de un exploit de 'Mad Max'. El póster es precioso. Todo lo demás, una trolleada de Sono.
3 'Confinados'
Era evidente que la pandemia iba a ser aprovechada por el cine para traernos películas con un argumento con el coronavirus y/ el confinamiento como trasfondo. Y habiendo tenido algún que otro ejemplo original como el 'Host' de 2020 (título de terror rodado en pleno lockdown y convirtiéndonos en testigo de una sesión de ouija a través de Zoom), lo que menos necesitábamos era un intento de comedia como 'Confinados'.
En ella, Anne Hathaway y Chiwetel Ejiofor son una pareja en crisis que decide aprovecharse del confinamiento para llevar a cabo un robo en un centro comercial. Estrenada directamente en HBO Max, resulta tan insoportable como cualquiera de las incursiones de Hathaway en la comedia romántica, y con ella Doug Liman se posiciona como el director más sinvergüenza del año (que este año hace doblete, o si no esperad a llegar al punto número 6).
4 'Patrulla Trueno'
Melissa McCarthy y Octavia Spencer en una comedia de superhéroes. ¿Qué podía salir mal?
Teniendo en cuenta quién la dirige, la respuesta es sencilla: todo. Parece ser que Netflix está empeñada en eso de querer producir películas infectas con las que perder dinero. Visto así, resulta hasta interesante acercarse a 'Patrulla Trueno', pero está tan mal dirigida y tiene un guion tan horrible, que ni siquiera funciona como spoof movie o peli para ver entre amigos y poder echarse unas risas.
5 'Space Jam: Nuevas leyendas'
En ocasiones, la máquina de la nostalgia es obscena. En 1996, 'Space Jam' tuvo su gracia por la mezcla de animación y actores reales, pero traer a 2021 la fórmula de convertir a un jugador de baloncesto en intento de estrella de Hollywood, ha quedado obsoleta.
Ahora, y con el diseño actual de los Looney Tunes, será LeBron James quien deba formar equipo con Bugs Bunny, Silvestre y compañía para otro partido. ¿Lo único bueno? Ver a un montón de incels y señoros llorando en redes sociales porque Lola Bunny ya no es un personaje sexualizado con el que poder masturbarse.
6 'Chaos Walking'
Cuando pensábamos habernos librado de las distopías young adult que llegaron en masa tras el éxito de la saga 'Los juegos del hambre', llega Doug Liman con la intención de darle la estocada definitiva a un subgénero que dejó de interesar hace ya unos años, y cuya última propuesta interesante ha sido 'Love & Monsters' este mismo año.
El tirón iba a ser contar con Tom Holland y Daisy Ridley como protagonistas, pero ni siquiera ellos salvan esta propuesta de supervivencia de la que es imposible no recurrir al chiste fácil: el caos camina a sus anchas en este planeta lejano habitado únicamente por hombres al que llega una mujer.
7 'Cruella'
Lo de blanquear a villanas Disney está siendo un suplicio y alguien debería pararlo. La fórmula de convertir en "buena" a una persona porque la enfrentamos a otra mucho "más mala", es algo que puede funcionar para el público de Disney Channel, pero lo que la compañía del ratón está haciendo a la hora de romantizar la maldad es tan hipócrita que resulta hasta insultante.
Emma Stone en clave Vivienne Westwood wannabe es uno de los peores orígenes de un villano que se han escrito. Y no hablemos de una propuesta (hecha por Disney, no olvidemos) que es igual de punk y antisistema que una adolescente millonaria escuchando Avril Lavigne y queriendo ser rebelde a comienzos de los 2000.
8 'Ruega por nosotros'
Sam Raimi apadrinaba una propuesta de terror que en su sinopsis podía resultar interesante: tras la investigación de una serie de supuestos milagros, se esconde la naturaleza oscura de una efigie de la mismísima Virgen María.
Hubiese sido interesante ahondar más en esa línea de terror religioso, y pese a contar con un par de momentos (de cochambroso CGI que ensucia el trabajo que efectos prácticos que también existe) en los que las apariciones de la entidad maligna resultan originales, nos encontramos con un título rodado con piloto automático a manos de un debutante, a quien parece haberle traicionado la inexperiencia y el querer hacernos creer que Jeffrey Dean Morgan es un actor estrella que tiene que llevar el peso de una (soporífera) trama. Ni siquiera el gimmick de estrenarla en Semana Santa tuvo gracia.
9 'The Matrix Resurrections'
Fue en 2003 cuando se estrenaron 'Matrix Reloaded' y 'Matrix Revolutions', las dos secuelas de la película que cambió el paradigma de la ciencia ficción y que creó escuela. Pese a ser un derroche visual, no estuvieron a la altura de la 'Matrix' original, estrenada en 1999 y que ahora Lana Wachowski trae de vuelta.
La directora lleva ya años apostando por un estilo propio a la hora de construir blockbusters, los cuales han encontrado su propio público y que han tenido en común lo de ser unas raras avis dentro del paradigma del cine de ciencia ficción. A la vista está el resultado (y sus posteriores reivindicaciones) de 'Speed Racer', 'El atlas de las nubes' o 'El destino de Júpiter'. 22 años después de que conociéramos a Neo y Trinity, Wachowski ha intentado reunir de nuevo a los personajes para una historia hecha sin ganas, con secuencias de acción soporíferas y que deja claro que lo único que le interesaba era cobrar el cheque e intentar hacer felices a los fans de la saga. El peor ejercicio de nostalgia que hemos visto en años.
10 'Spiral: Saw'
Hace años que la tradición anual de disfrutar por Halloween de una nueva película de 'Saw', terminó. Cuando la fórmula ya parecía haber quedado agotada, Darren Lynn Bousman decidió traerla de nuevo en lo que se supone que va a ser un reinicio de la saga. Y aunque ya hubiese dirigido 'Saw II', 'Saw III' y 'Saw IV', con 'Spiral: Saw' ha demostrado que debería alejarse por completo de la franquicia.
Pese a contar con algún que otro destello gore a la altura de las exigencias de los fans más acérrimos, el hecho de haber contado con Chris Rock para un papel (supuestamente) serio fue uno de los principales errores, pues el actor parece haber recibido instrucciones de que iba a estar en una comedia (involuntaria) en la que tenía que estar más sobreactuado que nunca. Lo peor de todo es que la película ni siquiera es divertida: es aburridísima.